80 años sin la autora de Orlando
Virginia Woolf, la mujer que sufrió, se burló y decidió escribirlo, se suicidó en 1941 luego de haber vivido una existencia marcada por la transgresión
El 8 febrero de 1910, una broma contra la Armada Real Británica fue la primera plana de todos los periódicos ingleses: cinco personas blancas se habían hecho pasar por príncipes etíopes para que fueran recibidos con bombo y platillo en el buque de guerra más importante de las fuerzas británicas: el HMS Dreadnought.
Virginia Woolf era la única mujer de ese grupo de bromistas. Aún no era la escritora mundialmente conocida que sería años después. Era una chica veinteañera con ganas de divertirse y transgredirlo todo. Se cortó el cabello a casquete corto, se pintó la cara de negro y se puso los telares más exóticos para parecer un noble africano. Los marinos ingleses se tragaron la broma completa.
Según se cuenta en la biografía Virginia Woolf. La vida por escrito (2015), de Irene Chikiar Bauer, la autora de La señora Dalloway se convirtió en una de las voces femeninas más rebeldes del siglo XX gracias a esa combinación de humor rebelde, prosa profunda y actitud temperamental. Hoy se cumplen 80 años de la fatídica decisión que terminó con su vida: se suicidó arrojándose al río Ouse.
“Ha sido considerada precursora por las feministas, sujeto de interés para los estudios queer e incluso, a lo que atañe a su salud mental y a su suicido, materia de análisis para psicólogos y médicos. Haber confesado que sufrió acoso en su infancia y adolescencia disparó especulaciones de quienes llegaron a afirmar que fue una sobreviviente del incesto”, escribe Bauer.
Tomando en cuenta los abusos que sufrió de parte de sus hermanastros en su infancia y juventud y la autoría de novelas como Orlando (1928), es de esperarse que la obra de Virginia Woolf tenga una vigencia y una significación incluso mayor que hace casi un siglo, asegura el poeta y editor Víctor Manuel Mendiola, cuya editorial El Tucán de Virginia —que fundó con el escritor y editor Guillermo Samperio— adoptó ese nombre en honor a la autora inglesa.
“Desde la perspectiva femenina, su obra tiene una relevancia enorme si pensamos en Orlando, donde se expone esa mirada de mujer que es capaz de transformarse en hombre y luego otra vez en mujer. Es la comprensión del otro y la crítica moral hacia el dominio del fuerte”.
Con una desconfianza abrasadora hacia las actitudes masculinas, dice Bauer, comenzó a tener encuentros amorosos con la poeta y diseñadora de jardines Vita Sackville-west. Ambas casadas, juntas encontraron un remanso de paz y de confianza en un mundo masculino que les generaba temor.
“Virginia Woolf formó parte de un momento de cambio en el que el lenguaje dejó de ser realista para convertirse en uno mucho más complejo, que divaga más y que adquiere mayor conciencia. Una conciencia, en parte, de la nueva posición de la mujer y de la necesidad de seguir cambiando esa posición. Virginia deja claro que la mujer tiene derecho a tener su espacio, su autonomía, su independencia, su libertad”, agrega Mendiola.
La anécdota de la Armada ilustra quién fue Virginia Woolf, escritora universal y feminista recalcitrante, que murió hace exactamente 80 años, por decisión propia, como todo lo que hizo en su vida.
VÍCTOR MANUEL MENDIOLA
EDITOR
“Deja claro que la mujer tiene derecho a tener su espacio”