DE LOS INVERSIONISTAS
en el mercado bursátil neozelandés, además de compañías públicas con más de 716 millones de dólares.
¿Pero cómo afecta el sector financiero al medio ambiente?
De acuerdo con Carlos Samayoa, portavoz de Greenpeace, “En más de una ocasión, estas corporaciones o instituciones financieras, han decidido financiar proyectos de infraestructura que (…) dejan severas huellas de contaminación y daño ambiental”.
Es decir, las emisiones de carbono que produce el sector financiero están directamente relacionadas con las inversiones en proyectos poco sostenibles, como aquellos que involucran la explotación de algún recurso natural, deforestación o aquellas que emiten altas cantidades de carbono.
Por ello, en el año 2005 la ONU convocó a un grupo de inversores para desarrollar los Principios de Naciones Unidas para la Inversión Responsable. Dichos principios consideran que el entorno ambiental y social puede afectar el rendimiento de las inversiones, por lo cual se determinó realizar en el análisis de las empresas la incorporación de indicadores ambientales.
Para el año 2020, de acuerdo con
aproximadamente el 55 por ciento de los inversionistas a nivel mundial identificaron al cambio climático con un riesgo en sus inversiones. En contraparte, el 59 por ciento de las mujeres y 64 por ciento de los jóvenes muestran mayor interés por realizar inversiones sostenibles.
Entonces, ¿qué es la inversión sostenible? Según indica Blackrock, una compañía de gestión de inversiones global, la inversión sostenible consiste en invertir en el futuro y en reconocer que las empresas que resuelven los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad podrían estar mejor posicionadas para crecer.
Aunque esfuerzos de organizaciones mundiales y exigencias de ONG han puesto en la lupa el impacto del sector financiero en el medio ambiente, la realidad es que una legislación como la que ha puesto sobre la mesa Nueva Zelanda permitiría una mayor transparencia medioambiental y, por tanto, regulaciones sobre la materia.
Mientras tanto, ¿qué puede hacer el sector financiero para gestionar mejor los riesgos ambientales y sociales?
De acuerdo con BID Invest, “la sostenibilidad es relevante para el sector financiero, dado que permite canalizar fondos a empresas que demuestren su capacidad para aprovechar las nuevas oportunidades de mercado y garantizar que las empresas en sectores más riesgosos gestionen adecuadamente los riesgos ambientales y sociales asociados”.
De tal manera que los bancos que suelen financiar sectores de alto riesgo para el medioambiente están expuestos tanto a riesgos de crédito como de reputación.
“La ley significaría un parteaguas en el camino hacia la neutralidad de emisiones de carbono no solo para Nueva Zelanda, sino para el mundo”
55% a nivel mundial han identificado al cambio climático con un riesgo en sus inversiones
BID Invest ofrece cinco soluciones para lograr una inversión sostenible:
Implementar un sistema de gestión ambiental y social. Con esta medida podrá alertar ante preocupaciones respecto de proyectos individuales o de clientes y conocer todos los riesgos ambientales para decidir si se financiará o no.
Evaluar el riesgo sistémico. Esto es analizar los riesgos dependiendo de cada sector para observar el impacto que esto podría generar.
Invertir en tecnología. Muchos bancos están utilizando tecnología de bajo costo para identificar riesgos ambientales y mejores herramientas de gestión. Estos incluyen sistemas de mapeo, monitoreo en tiempo real, intercambio de datos e imágenes satelitales.
Realizar investigaciones. Los bancos están desarrollando investigaciones ambientales para mejorar los análisis de riesgo crediticio. Cantidades crecientes de información pública sobre sostenibilidad, datos ambientales, herramientas de calificación y orientación, han permitido que los banqueros encuentren mejores formas de comprender esos impactos e incorporarlos en sus decisiones.
Grandes tratados internacionales como el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, entre los que se encuentra el adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático, han designado responsabilidad a todos los sectores, incluyendo el financiero.
Por ello, como dijo Carlos Samayoa, de Greenpeace, “los grandes bancos deben asumir su responsabilidad corporativa y ser conscientes de que fuera de los grandes centros financieros donde toman decisiones existen otras realidades (…) Asumir como banco su responsabilidad corporativa significa reconocer que el mundo es diverso y que el beneficio económico no está por encima de la salud ni del bienestar de nadie”.