La privacidad es poder
Es hora de pensar y reflexionar detenidamente sobre el tipo de futuro en el que queremos vivir
Hay dos caminos que podemos seguir: el primero conduce a una sociedad de vigilancia aún más extrema que la que vivimos hoy. Es un mundo en el que cada palabra que pronuncias y cada acción que realizas se registra, analiza y comparte con quien esté dispuesto a pagar por ello. Es un mundo en el que la privacidad ya no es posible. Pero también hay otro camino, uno que conduce a un mundo en el que sus dispositivos los están monitoreando; donde solo usted tiene acceso a su información más privada y, donde las corporaciones sirven a los ciudadanos en lugar de explotarlos y sacar provecho de ellos. La elección es clara. La vigilancia masiva es incompatible con la liberta, la igualdad y la democracia.
Probablemente ya sepas que te están espiando. Tal vez hayas hablado de algo muy específico un día, digamos, unas zapatillas de deporte, y luego te aparecieron anuncios de zapatillas poco después. O quizás hayas leído que Google activa tu micrófono para escucharte o que Alexa de Amazon que graba las conversaciones privadas. Estos son algunos de los síntomas visibles de la vigilancia corporativa y son bastante inquietantes. Pero, ¿eres consciente de la profundidad de las violaciones a la privacidad?
¿Qué es lo primero o una des las primeras cosas que haces cuando te levantas por la mañana? Revisas tu teléfono, ¿verdad?
En el momento en que lo estás enciendes, notifica a una serie de instituciones, incluido el fabricante de tu teléfono, tu proveedor de servicios y todas las empresas cuyas aplicaciones haz descargado, que ya estás despierto. También saben dónde te despertaste y con quién te despertaste. Si usabas un reloj inteligente durante la noche, en realidad te estaban monitoreando incluso antes de despertarse. Tu reloj realizaba un seguimiento de tus movimientos y frecuencia cardíaca mientras dormías.
Digamos que, después de levantarte, te gusta desayunar frente al televisor.si tienes un televisor inteligente, entonces está recopilando datos sobre sus hábitos de visualización y transmitiéndolos al fabricante y a otros terceros interesados. Los investigadores descubrieron que un televisor Samsung se había comunicado con más de 700 direcciones de Internet después de estar encendido durante solo 15 minutos.