San Juan del Río
conserva una de las tradiciones religiosas y populares más antiguas del estado de Querétaro. Tan importante festividad recibió por el Honorable Ayuntamiento el nombramiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de San Juan del Río, en una sesión solemne de Cabildo realizada ayer 18 de marzo de 2023 en el atrio de la capilla del Barrio Espíritu Santo.
La Asociación del Santo Entierro de Cristo es una organización religiosa que cuenta con una fecha demostrada desde el año 1689, la cual está inscrita en una campana que conservan. La Asociación es heredera de la tradición de los antepasados, custodia de la fe que se le profesa al Santo Entierro de Cristo.
De finales del siglo XVIII proviene un compendio hecho por el subdelegado Pedro Martínez de Salazar y Pacheco, dirigido al virrey Conde de Revillagigedo, donde describe las características históricas, políticas, económicas, topográficas e hidráulicas de la región de San Juan del Río. Este documento está fechado en 1793. De este texto tenemos la descripción de los barrios que componían al entonces pueblo. Refiere que la cabecera contaba con una república de indios que administraba a los ocho barrios: San Miguel, San Juan, San Marcos, El Calvario, La Concepción, La Santa Cruz, San Isidro y Espíritu Santo (este último recibía el nombre de Barrio de Ahidó en otomí). Discientos treinta años después, aún existen algunos de los barrios ya mencionados: Espíritu Santo, El Calvario, San Juan, San Isidro y La Cruz. Otros tantos han desaparecido, ya no se reconocen como barrios sino como parte del centro histórico de la ciudad. Actualmente, los barrios que se reconocen son seis: Barrio San Juan (o barrio Centro), Barrio San Isidro, Barrio Espíritu Santo, Barrio de La Concepción (mejor conocido como Barrio de la Concha), Barrio de La Cruz y Barrio Guadalupe de las Peñas (a la que se integra la localidad Lomo de Toro).
De aquel informe histórico del siglo XVIII, podemos notar que se tiene constancia de la existencia de cuatro de los seis barrios antiguos. La ubicación del actual barrio de La Concepción es otra, puesto que se ubica al sur del Barrio del Espíritu Santo, al poniente del río San Juan. Por supuesto que este barrio no es el antiguo de La Concepción, pero recibió el mismo nombre. Por otro lado, gracias a la tradición oral entre los socios de la asociación, se sabe que antiguamente el barrio de San Marcos también perteneció a ella.
La Asociación del Santo Entierro de Cristo tiene un sistema de cargos. Éste se compone de doce números ordinales dentro de los grupos de capitán, campanita, centurión, sargento, alférez y soldados. Los cargos son medios para que las personas se produzcan unas a otras como sujetos activos. Los escenarios de interacción son todos los momentos en que la Asociación se reúne, actúa y dialoga, donde activamente se construye la devoción al Santo Entierro a través de oraciones, rituales, comidas, convivencias, etc. Los cargueros son sujetos activos en la medida que su aceptación a ser parte del sistema de cargos requiere de compromiso y participación constante en los eventos que se realizan año con año. El primer compromiso es con el Santo Entierro, de ahí se derivan todos los demás compromisos: con su grupo, con su barrio y finalmente con la Asociación.
Los socios se constituyen además como sujetos activos en contextos fuera de la Asociación. La veneración al Santo Entierro materializa una serie de valores que la comunidad considera importantes: fe, herencia, colaboración, respeto, unidad y trabajo, como ejemplo de ellos. Los integrantes de la Asociación aprenden, reproducen y reconstituyen estos valores continuamente. De este modo los llevan a los múltiples escenarios que intervienen en sus vidas cotidianas: en el hogar, en el barrio o en sus actividades laborales.
Los inicios de esta Asociación son inciertos aunque, como ya mencioné, una de las reliquias que peregrina tiene grabada la fecha 1689. En aquellos tiempo se llamaba “Cofradía del Santo Entierro de Cristo y Soledad de Nuestra Señora la Virgen María”. La Asociación dejó de ser cofradía durante la década de los años 80’s del siglo XX, cuando el párroco entonces, Francisco Herrera Martínez (†), le dio el título de Asociación Parroquial, convirtiéndola en un grupo perteneciente a la Parroquia de San Juan.
Desde su anexión a la parroquia y hasta la actualidad, tanto los párrocos como los socios han trabajado en la instauración de estatutos para la Asociación; reglas que se toman como referencia para saber qué hacer; ahí están el deber y compromiso de cada socio, es una fuente documental para el saber de quienes deseen pertenecer a la Asociación. Los estatutos se comenzaron con el padre Francisco Herrera en el año 1996.
La Asociación y la Parroquia han establecido nuevas tradiciones y conservado algunas de tiempos pasados, entre ellas, por ejemplo, el himno de la Asociación y su oración, ambas compuestas por el presbítero Francisco Herrera. El himno es un canto que se hace al término de cada celebración eucarística dedicada al Santo Entierro y durante las visitas a los enfermos.