EU Y ARABIA SAUDITA SEPARADOS POR UN PERIODISTA
La desaparición del columnista saudita para un medio estadounidense, Jamal Khashoggi, al que responsabilizan al gobierno de Riad de haberlo asesinado, enfrenta a los dos aliados históricos
DONALD TRUMP PRESIDENTE DE EU
Mucha gente está tratando de enterarse (de Khashoggi), no solo nosotros, porque esta podría ser una situación realmente difícil”
Dan la espalda. Ante este caso, diversos funcionarios internacionales han cancelado su visita al país para un foro económico mundial, al igual que cadenas de noticias como CCN, CNBC y el NYT
Empresarios también han decidido abandonar sus inversiones en Riad, tal es el caso del fundador del Grupo Virgin, que se retirará de dos proyectos turísticos en el país árabe
WASHINGTON, EU. Las acusaciones contra Arabia Saudita de asesinato de un periodista en su consulado en Estambul fuerzan al presidente de Estados Unidos, Donald Trump a tomar una posición inesperada, ya que se ve obligado a reclamar por derechos humanos al reino que ha respaldado firmemente.
Arabia Saudita fue el primer destino de Trump al asumir la presidencia de EU, y no sólo halagó entonces a su ambicioso príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, sino que también se alió estrechamente con el reino en un esfuerzo por aislar a su rival regional, Irán.
Trump ha permanecido en silencio sobre temas de derechos humanos, en momentos que Estados Unidos respalda la campaña liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes en Yemen, que según un informe de Naciones Unidas a matado a miles de civiles. Además, apoyó al príncipe Mohamed -también conocido por sus iniciales MBS- cuando detuvo a decenas de personas en una polémica campaña de represión contra disidentes lanzada desde que fue designado en junio de 2017.
Pero el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, se declaró “profundamente preocupado” ante las fuertes sospechas de que Jamal Khashoggi, un reconocido columnista saudita radicado en Estados Unidos y colaborador del The Washington Post, fue asesinado tras ingresar al consulado saudí.
Pence dijo que, de ser cierto, sería “trágico”. Mientras el presidente Trump se manifestó “preocupado”, y garantizó no saber nada sobre el destino de Khashoggi, el secretario de Estado, Mike Pompeo, pidió una investigación “exhaustiva” que aporte transparencia.
Los funcionarios saudíes insisten en que el periodista había dejado el consulado en Estambul.
GOLPE A LOS DH
Los críticos de Trump dicen que el mandatario ha contribuido a crear una atmósfera que puede haber impulsado a Arabia Saudita a silenciar cuestionamientos extranjeros.
Trump ataca a los medios con frecuencia, llamando a los periodistas “enemigos de la gente”, y solo ha puesto énfasis en los derechos humanos para presionar a rivales como Irán y China.
El caso Khashoggi pone a Trump inesperadamente del lado de Turquía, país del cual dos altos funcionarios fueron castigados con sanciones por la detención de un pastor estadounidense, que ayer fue liberado.
TOLERANCIA CERO
Bajo la administración de MBS, Arabia Saudita ha mostrado que no tolera ninguna crítica extranjera.
En agosto, el reino expulsó al embajador canadiense y congeló todo el comercio e inversiones después de que Ottawa expresara su preocupación por los activistas encarcelados en el reino.
Estados Unidos, con su asociación militar y energética de décadas con Arabia Saudita, sin embargo, tiene mucha más influencia que Canadá.
Pero una relación menos amistosa podría complicar otros objetivos de Estados Unidos, como organizar una cumbre de aliados del Golfo Pérsico para promover la reconciliación con Qatar.