El Sol de San Luis Potosi

DESPUÉS DE UN PROLONGADO SILENCIO, LA CANTANTE Y ACTRIZ STEPHANIE SALAS VUELVE A LA MÚSICA, Y NOS DICE POR QUÉ EN ESTE MOMENTO ESTA FACETA LE DA MÁS SATISFACCI­ONES QUE LA ACTUACIÓN

- ALEJANDRO CASTRO

Una de las reglas no escritas de la creación de música pop, es la fórmula del trabajo en equipo. Mediante la construcci­ón de diferentes tipos de alianzas, muchos artistas han tenido mejores resultados de los que lograrían en solitario. Y esa parece ser una de las máximas en la trayectori­a musical de Stephanie Salas, quien desde su debut en solitario, lanzado en 1992, ha sabido rodearse de aquellos personajes que la ayuden a llevar a buen puerto sus proyectos.

Desde su fructífero encuentro a principios de los años noventa con el argentino Cachorro López (ex Los Abuelos de la Nada y productor de bandas como Miguel Mateos y Caifanes) hasta su reciente mancuerna con el mexicano Pønce, la también actriz nos habla de cómo ha sido este camino musical, que no ha estado exento de sus respectiva­s pausas.

Stephanie, parece que te desenvuelv­es mejor trabajando en equipo, como lo hiciste desde tu debut, cuando tu aliado principal fue Cachorro López.

Sí… Cachorro es un tipazo fenomenal. Cómo extraño esos tiempos en los que trabajaba en Nueva York con ese equipo; ahí junto a Óscar vivía Marteen Andruet, que estaba produciend­o a Fobia; creo que fue un muy buen momento para los rockeros de toda esa época que ahora se está reviviendo con el documental de Santaolall­a.

Después grabaste La raza humana.

¿Cómo lo recuerdas y quién fue tu principal aliado en ese álbum?

Fue un disco muy especial, porque significó una vuelta de tuerca con respecto a

Ave María. Ahí por ejemplo incluí un cover de “Bonnie and Clyde”, de Serge Gainsbourg. Cuando empecé a colaborar con Pablo Valero, que era mi pareja en aquel entonces, él estaba haciendo al mismo tiempo el disco Símbolos, con Santa Sabina, por lo que hubo un tiempo en que se iba a Wisconsin a trabajar con ellos y con Adrian Belew, que produjo ese álbum y luego se regresaba a seguir grabando conmigo.

La artista recuerda que el track que más sobresalió de ese segundo disco fue uno llamado “Corazón”, en el que mostraba una faceta más electrónic­a:

“Aunque fue el segundo sencillo de ese disco, impactó muchísimo por ese giro musical y también por su videoclip”, recuerda.

En ese entonces, Pablo Valero ya era tu principal aliado.

Totalmente, porque incluso empezamos a tocar juntos. Hubo un momento en que él se dividía entre Santa Sabina y andar conmigo en las giras. A raíz de eso, empezamos a tener una alianza muy padre que duró muchos años, hasta el disco

Soy lo que soy (2012), en el que también me produjo él, pero junto con Phil Vinall, el productor de Zoé y Placebo, así que los resultados fueron muy positivos, porque todo salió de un repertorio de canciones que traíamos Pablo y yo desde hacía un rato… Para mí, ese es un discazo, de lo mejor que tengo en mi discografí­a.

También hicieron un proyecto llamado Tuna.

Sí… Yo tenía un colectivo con otros músicos, con los que teníamos un taller de composició­n, y el de Tuna también fue un disco muy padre, más rock y funk.

Este 2021, Stephanie Salas está embarcada en una nueva aventura musical, de la mano de otro complice: el compositor y productor Leonardo Ponce, alias Pønce, con el que está trazando otra ruta sonora, más cercana al electropop.

¿Quién es Pønce y cómo salió la idea de trabajar juntos?

Bueno, él tiene varios temas circulando por ahí, desde hace algunos años; es un compositor joven. Yo ya tenía muchas ganas de empezar a hacer colaboraci­ones con otras personas, y como que con él se fueron dando las cosas… Empezamos a tener realmente un acercamien­to, una identifica­ción, y así fue como comenzamos a trabajar… Incluso esto lo hicimos antes de que comenzara la pandemia.

Stephanie cuenta que en ese proceso de producir nueva música también se involucró otro músico: Alan Santos (Centavrvs), quien les ayudó a redondear la propuesta, y que posteriorm­ente invitaron a

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico