¿Cuáles son las mejores vitaminas para el sistema nervioso?

La deficiencia de vitaminas puede afectar el buen funcionamiento del cuerpo. Sin embargo, cuando el sistema nervioso se ve comprometido podría ocasionar un daño neurológico severo. Ante ello, descubre cuáles son las mejores vitaminas para el sistema nervioso.

Nuestro cuerpo necesita de vitaminas para funcionar adecuadamente porque sus beneficios influyen en numerosos procesos bioquímicos. Por ejemplo, ayudan en la síntesis de enzimas y hormonas que contribuyen a la formación de tejidos, apoyan las funciones del sistema nervioso e incluso del cardiovascular.

¿POR QUÉ LA DEFICIENCIA DE VITAMINAS AFECTA AL SISTEMA NERVIOSO?

Cuando el cuerpo no recibe las suficientes vitaminas o minerales de la alimentación, uno de los sistemas más afectados es el nervioso porque favorecen a la producción de neurotransmisores y en el mantenimiento de la salud de las neuronas y de las cubiertas protectoras de los nervios, conocidas como vainas de mielina.

Si la deficiencia de vitaminas en el sistema nervioso no es tratada adecuadamente, podrían manifestarse síntomas como debilidad, irritabilidad, depresión y deterioro cognitivo. De acuerdo con información del Instituto Médico Mayo Clinic, en casos severos, es posible desarrollar las siguientes afecciones neurológicas:

• Neuropatía periférica

• Encefalopatía

• Trastornos psiquiátricos (depresión o ansiedad)

El mantenimiento de niveles adecuados de vitaminas del complejo B es de suma importancia para la funcionalidad del sistema nervioso y, con ello, evitar complicaciones en la salud.

¿CUÁLES SON LAS MEJORES VITAMINAS PARA EL SISTEMA NERVIOSO?

Las mejores vitaminas para el sistema nervioso, sin duda, son las del complejo B como la B1, B6 y B12 debido a que son esenciales para la función nerviosa, según describe un artículo publicado por el National Library of Medicine, así es como trabajan para mantener el sistema nervioso en óptimas condiciones:

• Vitamina B1 (Tiamina): es esencial para el metabolismo de la glucosa y juega un papel vital en la función nerviosa. Se encuentra en alimentos como granos enteros, legumbres y algunas carnes.

• Vitamina B6 (Piridoxina): contribuye a la producción de neurotransmisores para el mantenimiento de la cubierta protectora de los nervios. Está presente en el plátano, el aguacate y el salmón.

• Vitamina B12 (Cobalamina): es necesaria para la producción de mielina, la capa que protege los nervios, y para la formación de células sanguíneas. Se halla principalmente en productos de origen animal como la carne y los productos lácteos.

• Vitamina C: además de su conocido rol en la función inmune, también es un poderoso antioxidante que protege al cerebro y al sistema nervioso de los daños causados por los radicales libres. Los cítricos, fresas y pimientos son ricos en vitamina C.

• Vitamina E: con su acción antioxidante, ayuda a combatir el estrés oxidativo en el cerebro y es crucial para la salud neurológica. Se puede obtener de nueces, semillas y aceites vegetales.

Aunque no lo creas, incorporar una dieta rica en estas vitaminas puede favorecer la salud del sistema nervioso. Sin embargo, también puedes acudir con tu médico en caso de que tu alimentación no sea suficiente para absorber las cantidades necesarias que requiere tu sistema nervioso.

¿CUÁL ES EL MEJOR SUPLEMENTO PARA MEJORAR EL SISTEMA NERVIOSO?

Además de estas vitaminas, los especialistas advierten que el mejor suplemento para mejorar el sistema nervioso es el Omega-3, ya que posee un potente efecto antiinflamatorio. Al reducir la inflamación, pueden ayudar a proteger las células nerviosas de daños a largo plazo. Las células nerviosas, o neuronas, dependen de membranas celulares saludables para realizar sus funciones correctamente, incluida la transmisión de impulsos eléctricos que facilitan nuestras sensaciones, pensamientos y movimientos.

Lo mejor de todo es que estos ácidos grasos, que se encuentran principalmente en los pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún, así como en las semillas de lino y las nueces, juegan un papel vital en varias funciones corporales.