MATCH POINT
B uenos días a todos nuestros amables lectores de nuestra columna, es un gusto saludarlos en otro domingo más.
Hay muchas formas de interpretar situaciones, muchas maneras de juzgarlas, pero sin duda se debe reconocer que cuando un jugador o jugadora levanta dos puntos para partido y un marcador de 5-1 abajo merece todos nuestros respetos. Sea porque la experiencia se impuso o porque el entorno le ganó a la que iba arriba, hacerlo no debe ser nada fácil.
Haremos referencia al caso de Caroline Wozniacki, que se vio sorprendida por una joven jugadora de apellido Fett que jugó un tenis agresivo y fuerte para irse al tercer set, lograr un 5-1, dos match points y finalmente dejar ir el partido. Fue muy evidente que en cuanto perdió sus dos puntos para partido, a Fett se le vino el mundo encima, debe ser una frustración gigante tener una ventaja así, el partido en la mano y salir sin nada.
Otro caso para mencionar es Tsonga, que enfrentó a la joven estrella canadiense Shapovalov, que se vio muy dominador, que parecía que tenía todo bajo control y que permitió que el francés lograra llevar al partido a cinco sets, incluso en ese quinto parcial del partido, el canadiense tuvo a Tonga 5-2 y bueno, nuevamente la experiencia hizo su aparición o la inexperiencia también, el caso es que estos dos ejemplos son un vivo ejemplo de lo que vale la mentalidad en un jugador, independientemente de lo que haya sucedido en la siguiente ronda, en donde el jugador francés fue eliminado.
Igualmente podemos preguntarnos ¿qué sucede con la inconsistencia en algunas jugadoras?, que luego de alcanzar el top ten o peor aún el top cinco parecieran conformarse, la razón de este cuestionamiento es lo sucedido con Garbiñe Muguruza y Ostapenko, quienes aspiraban a la posición número uno del mundo y nada, perdieron en segunda y tercera ronda respectivamente. Muguruza fue eliminada por una jugadora originaria de Taiwán llamada Hsie Su Wei, que tiene un tenis muy curioso, poco ortodoxo pero bastante efectivo. Pega a dos manos en sus dos perfiles, volea que pareciera estar jugando una “cascarita”, o sea, muy displicente, jamás había jugado en la cancha central y pareciera que no le afectó, dicho esto porque a muchos jugadores y jugadoras les “pega” jugar en una cancha llena de cámaras televisivas, fotográficas y muchísimos fanáticos.
El caso es que esta chica de 30 años, que no tiene patrocinadores y que proyecta una personalidad muy tranquila logró llegar a tercera ronda con méritos propios y ojalá vaya más lejos. Otra sorpresa o decepción fue el hecho de que Venus Williams fue eliminada en la misma primera ronda, al igual que Sloane Stephens, ambas esperanzas norteamericanas.
Y vaya partido tan maravilloso que nos regalaron Simona Halep, número uno del mundo y la norteamericana Lauren Davis, que a decir de los cronistas ocupa la posición cincuenta del ranking mundial, ya que el juego duró más de tres horas y media.
Ambas demostraron un nivel impresionante de estado físico y ni qué decir del nivel técnico, porque cualquiera que haya visto el partido sin saber que Davis tiene cuarenta y nueve posiciones lejos de Halep, diría que estaba viendo a la uno y dos del mundo, así de simple, porque no nos contaron, lo vimos y en verdad que ambas jugadoras deben de tener muchos fans alrededor del mundo, pero después de ese partido Davis seguro duplicó ese número de seguidores.
Igualmente pudimos escuchar la gran cantidad de jugadores juniors latinoamericanos que se dieron cita para este Grand Slam. Brasil, Argentina, Colombia, Puerto Rico y hasta República Dominicana, en el caso específico de la Federación Argentina de Tenis, según palabras de José Luis Clerc, invierte mucho dinero en los talentos jóvenes, ¿acaso México jamás tendrá uno?, hablando del draw masculino, porque del femenino, sabemos que ni por accidente habrá quién nos represente en un torneo grande.
Cuando sale un talento, otro país se lo lleva tan tranquilamente que hasta parece broma, lo acabamos de comentar la semana anterior, de acuerdo al artículo de Pepe Marines, la Conade y la FMT no apoyan a nadie, en fin, historia más que conocida en nuestro país.
Ahora resulta que hasta Corea del Sur tiene un tenista tremendo, y lo decimos de esa manera, porque no es común que este país tenga un jugador en estos niveles, un joven de apellido Chung dejó fuera a los hermanos Zverev, contando con una de las nuevas estrellas del tenis mundial, Alexander Zverev, incluso dejándolo en cero en el quinto set.
Muchas sorpresas en esta primera semana de competencia en el Abierto de Australia 2018, el primer Grand Slam del año que también incluye la eliminación de Juan Martín del Potro a manos de Tomás Berdych y de la gran actuación de Angelique Kerber para dejar fuera del torneo a María Sharapova, además de las victorias prácticamente anunciadas de Federer y Djokovic.
Otro artículo publicado en profesores de México trata el delicado tema sobre el entrenamiento del alto rendimiento… sin duda que ese tipo de entrenamientos no es para cualquiera y tampoco cualquiera lo puede desarrollar.
Debe haber una sinergia entre el entrenador y por supuesto el jugador. Tan preparado el uno como el otro en cada uno de sus campos y obligaciones. Pero quizá el punto más importante de todo eso es que ambos tengan la actitud para hacerlo, no sólo el conocimiento. Porque mientras el jugador se niegue a hacer su trabajo y/o cumplir con sus compromisos, nada va a funcionar como se planea y por supuesto jamás llegaran los resultados que se persiguen.
Hablamos primero del jugador porque a final de cuentas es la materia prima que nos ocupa en un proyecto así, pero ¿con qué frecuencia esa materia prima está bien dispuesta a todo?, trabajo, esfuerzo, sacrificio, disposición, paciencia, respeto, lealtad y algunas otras características que en suma completan a un jugador, que además debe tener talento, porque sin este último quizá todo lo demás salga sobrando, aunque también a la inversa sucede, de nada sirve el talento sin nada de lo demás, sin importar el orden en que se quieran poner.
El tiempo nos ha permitido conocer entrenadores y jugadores que llegan siempre a un tope y no van más allá por las razones que ustedes quieran, pero no van más allá. Continuamente se ven deserciones de chicos o chicas que terminan aburridos y saturados del trabajo. ¿Por qué sucede esto?, ¿muchas repeticiones?, ¿siempre lo mismo?, ¿falta de pedagogía por parte del entrenador?, ¿falta de motivación hacia los jugadores?, podríamos hacer muchas preguntas y contestar sin conseguir mucho porque la “cultura del esfuerzo” es algo que nos falta por esencia.
Quiero terminar esta columna de hoy con un pensamiento de estimación y cariño hacia un gran amigo que ya partió de esta vida y que deseamos esté en el gozo del Eterno. Todos aquellos que tuvimos el privilegio de convivir con nuestro querido Joaquín, Roberto Terán, Armando Cavazos, Joel Vela, Guillermo Luengas, Alejandro Arizabalo, Félix Galindo y Arturo Hernández. Circuló que nos juntamos en tantas ocasiones que se logró crear un verdadero grupo de amigos y que hoy fundimos un solo deseo de eterno descanso en la gloria de Dios para nuestro gran amigo.
Nuestra reflexión de hoy… Funde la fuerza con el talento porque si van separados los resultados quizá no lleguen.
Comentarios y sugerencias…
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