El Sol de Tampico

8.de marzo: Desafiando la violencia mediática, la cosificaci­ón y la revictimiz­ación

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siglo XXI, mientras avanzamos hacia un mundo cada vez más interconec­tado, persiste una sombra insidiosa que ensombrece nuestra era de informació­n: la violencia mediática hacia la mujer. Aunque los avances en la igualdad de género se han logrado en diversas áreas, los medios de comunicaci­ón continúan siendo terreno fértil para la perpetuaci­ón de estereotip­os dañinos y la cosificaci­ón implacable de las mujeres.

PRIMERA DE DOS PARTES En pleno

La violencia mediática, en sus diversas manifestac­iones, se traduce en más que titulares sensaciona­listas y anuncios publicitar­ios que explotan la imagen femenina. Es un corrosivo veneno que se infiltra en la psique colectiva, tejiendo una narrativa que relega a las mujeres a roles limitados y superficia­les. En este contexto, es imperativo no solo cuestionar la ética de los medios de comunicaci­ón, sino abogar por una transforma­ción profunda y duradera.

Uno de los aspectos más preocupant­es es la cosificaci­ón femenina, donde la mujer se convierte en un mero objeto de deseo, reducida a partes de su cuerpo y despojada de su humanidad. ¿Cuándo fue la última vez que nos detuvimos a reflexiona­r sobre el impacto que este constante bombardeo tiene en la autoestima y la identidad de las mujeres? La cosificaci­ón no es solo una representa­ción distorsion­ada; es un acto de violencia psicológic­a que socava la autoimagen y fomenta la cultura de la objetivaci­ón.

Poco a

En un ejercicio de hacer un careo de cómo se va formando la boleta, vale la pena ver la lucha por el Senado de la República en donde la cuarta transforma­ción apuesta con todo al “Plan C”, buscando alcanzar las mayorías calificada­s en ambas cámaras. Es así que lanzan, por Morena a la tampiqueña Olga Patricia Sosa Ruiz y el actual senador José Ramón Gómez Leal que busca reelegirse; por el PVEM al carismátic­o ex gobernador Eugenio Javier Hernández Flores y a la exalcaldes­a de Reynosa Maki Esther Ortiz Domínguez y por el PT al ahora empresario de la educación Francisco Chavira Martínez y la comunicado­ra Cendy Yarelly Robles Méndez; mientras que la oposición

Las redes sociales, aunque han democratiz­ado la expresión, también han amplificad­o la violencia mediática. El ciberacoso y la difamación online se han convertido en armas digitales que apuntan de manera desproporc­ionada a las mujeres. El anonimato virtual facilita ataques crueles que degradan y deshumaniz­an, perpetuand­o un ciclo tóxico que silencia a las víctimas y normaliza la agresión.

Es crucial reconocer que la violencia mediática no existe en un vacío; está intrínseca­mente vinculada a estructura­s de desigualda­d arraigadas en nuestra sociedad. La igualdad de género debe ser más que un eslogan; debe ser un compromiso genuino y profundo con la deconstruc­ción de normas culturales que perpetúan la discrimina­ción.

¿Cómo podemos avanzar hacia un futuro donde los medios de comunicaci­ón no sean agentes de violencia, sino vectores de cambio positivo? Primero, exigiendo una representa­ción equitativa y respetuosa en todos los niveles de la industria mediática. La diversidad no debe ser una cuestión de cuotas, sino un reflejo

PAN-PRI va con la diputada local con licencia Imelda San Miguel Sánchez y el dirigente del PRI en Tampico Arturo Núñez Ruiz y el Movimiento Ciudadano con la ex senadora de Guémez, Andrea García García y el abogado e influencer tampiqueño David Cordero Herrera. Otra boleta que ya está prácticame­nte definida y que podría ser la más pareja de toda la contienda es la de las diputacion­es federales; por el Distrito 08 de Tampico y Ciudad Madero, va por Morena-PTPVEM el alcalde de Madero con licencia Adrián Oseguera Kernion, por el PAN-PRI el alcalde de Tampico con licencia Chucho Nader Nasrallah y por Movimiento Ciudadano la exdiputada morenista Edna Rivera López. Tanto Oseguera como Chucho van también en los listados plurinomin­ales, ambos en el lugar número once con posibilida­des reales de entrar directamen­te a San auténtico de la sociedad que buscamos construir.

Además, necesitamo­s una educación que promueva la alfabetiza­ción mediática y de género desde una edad temprana. Esta educación es la vacuna contra la perpetuaci­ón de estereotip­os dañinos y puede empoderar a las nuevas generacion­es para resistir y desafiar narrativas nocivas.

En última instancia, la responsabi­lidad recae en nosotros como consumidor­es de medios. Debemos ser críticos, desafiar la narrativa establecid­a y apoyar y celebrar las representa­ciones que promueven la igualdad y la dignidad humana.

La violencia mediática hacia la mujer se refiere a la representa­ción y difusión de contenidos que perpetúan estereotip­os de género, fomentan la discrimina­ción y contribuye­n a la normalizac­ión de comportami­entos violentos o denigrante­s hacia las mujeres. Esta forma de violencia opera a través de diversos medios de comunicaci­ón, como la televisión, la radio, la prensa escrita, el cine, las redes sociales y otros espacios mediáticos.

Algunas manifestac­iones la violencia mediática hacia mujer incluyen:

La representa­ción frecuente de mujeres en roles estereotip­ados y limitados, como la mujer sumisa, la femme fatale o la madre abnegada, contribuye a la construcci­ón y perpetuaci­ón de roles de género restrictiv­os.

La cosificaci­ón de las mujeres implica reducirlas a objetos sexuales, destacando sus cuerpos en detrimento de sus habilidade­s, inteligenc­ia o personalid­ad. Esto se evidencia en imágenes sexualizad­as y comentario­s degradante­s. La reproducci­ón de discursos y prácticas que invisibili­zan, trivializa­n o minimizan la violencia de género, normalizan­do actitudes y comportami­entos que perpetúan la desigualda­d. La difusión de mensajes ofensivos, amenazas o acoso a través de plataforma­s digitales también constituye una forma de violencia mediática. Esto puede tener un impacto negativo significat­ivo en la seguridad y bienestar emocional de las mujeres. La reproducci­ón de narrativas que refuerzan estereotip­os de género contribuye a la discrimina­ción y la desigualda­d sistémica. de la

Lázaro. También se ha definido ya la disputa por la diputación federal por el Distrito 06 desde El Mante hasta Altamira, en donde Morena-PT-PVEM postula a la carta del magisterio y actual diputada federal que busca su reelección Blanca Araceli Narro Panameño, el PAN-PRI a la exdiputada Esto puede afectar la percepción de las mujeres en diversos ámbitos, como el laboral, académico y social.

La escasa representa­ción de mujeres en roles de liderazgo o en profesione­s considerad­as "masculinas" contribuye a la invisibili­dad y a la percepción de que ciertos espacios no son para ellas. La violencia mediática hacia la mujer no solo impacta a nivel individual, sino que también contribuye a mantener y reproducir estructura­s de desigualda­d de género a nivel sociocultu­ral. Combatir esta forma de violencia implica promover una representa­ción equitativa, erradicar estereotip­os de género y fomentar un lenguaje y contenido mediático respetuoso y no discrimina­torio. La conciencia pública, la regulación adecuada y el impulso de un periodismo y entretenim­iento responsabl­es son fundamenta­les para abordar este problema.

La cosificaci­ón femenina se refiere al acto de reducir a las mujeres a la condición de objetos o mercancías, enfocándos­e principalm­ente en su apariencia física y sexualizac­ión en lugar de reconocer su humanidad, habilidade­s, inteligenc­ia y emociones. Este fenómeno ocurre en diversos contextos, como en los medios de comunicaci­ón, publicidad, cultura popular y situacione­s cotidianas, y contribuye a la perpetuaci­ón de estereotip­os de género y la desigualda­d.

La comprensió­n de estos factores es esencial para desarrolla­r estrategia­s efectivas de prevención y respuesta a la violencia hacia las mujeres, abordando tanto las causas inmediatas como las estructura­les que perpetúan este fenómeno.

El camino hacia la erradicaci­ón de la violencia mediática es largo y desafiante, pero es un camino que no podemos eludir. Es un llamado a la acción para todos nosotros, para decir "basta" a la cosificaci­ón y a la deshumaniz­ación. Juntos, construyam­os un futuro mediático donde cada historia sea una celebració­n de la diversidad, la igualdad y el respeto. La transforma­ción comienza en nuestras mentes y se refleja en nuestras pantallas; es hora de encender la llama del cambio.

poco se va develando el misterio de quienes aparecerán en la boleta electoral del dos de junio en la zona conurbada y de los candidatos que buscarán las senadurías, las diputacion­es federales, las alcaldías y las diputacion­es locales.

WINSTON CHURCHILL POLÍTICO BRITÁNICO “La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”

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