Presas de Chiapas, en crisis
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- Debido al arrastre de sedimentos que conlleva, el ritmo actual de deforestación y el problema del manejo de la basura en la cuenca acortaron el periodo de vida útil de las presas del sistema hidroeléctrico del Grijalva, dijo el investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Roel Simuta Champo.
Informó que generalmente cuando llueve el agua acarrea residuos sólidos y sedimentos a la parte baja de las cuencas. Posteriormente los ríos y los arroyos los transportan a las centrales hidroeléctricas, específicamente a la cortina de éstas. La erosión que acompaña a la deforestación acelera el proceso.
Toda obra hidráulica tiene un periodo de diseño. El ritmo actual de deforestación y el problema del manejo de la basura aceleró esa “fecha de caducidad” porque cuando fueron proyectadas las condiciones ambientales eran diferentes, afirmó.
Sin embargo, para el académico el azolvamiento todavía no es un foco rojo para las presas del sistema hidroeléctrico de esa cuenca, debido a los trabajos de mantenimiento y de monitoreo que llevan a cabo las comisiones Federal de Electricidad (CFE), como operador y Nacional del Agua (Conagua), como regulador.
La ONU
nombró el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua