REPITE LA HISTORIA
pelean en Siria, como Israel en los Altos de Golan, o Turquía en las inmediaciones de la ciudad de Afrín
parece condenada a sumergirse en un proceso de desestabilización endémica similar a la que fomentó por décadas el régimen de Damasco en el Líbano
israelí Netanyahu quien dice no tener objeciones a la permanencia de Assad en el poder, sólo que mantenga a Hezbolá y las otras milicias chiítas a más de 50 km de la frontera con Israel. Esto implicaría también a las fuerzas iraníes y aliados
Expertos sospechan que el objetivo a largo plazo es la creación de una entidad chiíta independiente. Esa perspectiva resulta inconcebible no solo para Israel, EU y los kurdos, sino también para los países sunitas de la región como Irak, Turquía, Arabia Saudita y Qatar, que temen una eventual “expansión chiíta”, guiada por Irán.
El presidente Recep Tayyip Erdogan, por su parte, aspira a conservar una presencia turca en el norte de Siria para proteger a las fuerzas de oposición a Assad y mantener bajo control a los kurdos.
La mutilación de algunas porciones de territorio no es el único peligro que acecha al régimen. Aunque logre mantenerse en pie, Assad jamás podrá recuperar la autoridad que tenía antes del estallido de 2011 porque 7 años de guerra generaron la emergencia de auténticos señores de la guerra que salvaron al régimen y que ahora aspiran a compartir el poder.