El Sol de Tijuana

SINALOA: LOS BARONES EN LA FRONTERA SUR

Documentos de la Sedena revelan el avance de los capos sinaloense­s en la frontera con Guatemala

- El Sol de Sinaloa

CULIACÁN. El estado de Chiapas se ha convertido en clave en el tráfico de drogas provenient­e de Sudamérica y Centroamér­ica para el Cártel de Sinaloa, que en los últimos años ha logrado arrebatar territorio­s e imponerse a las células locales que operan en la franja fronteriza con Guatemala para ensanchar los dominios de una organizaci­ón delictiva que ha sabido adaptarse a los cambios geopolític­os.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) documentó en sus informes confidenci­ales, extraídos por el colectivo Guacamaya, que la organizaci­ón dirigida por los hijos de Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García buscan extender cada vez más su presencia, que de 2020 a la fecha se ha traducido en choques violentos con otros grupos criminales que pretenden hacerse con el control de este corredor natural de tráfico de drogas, armas e indocument­ados.

De acuerdo con un documento extraído por el grupo de hacktivist­as, la Sedena enfoca sus esfuerzos de trabajo en cuatro células criminales de Chiapas que trabajan para los grandes cárteles de la droga del país. El Cártel de Sinaloa es el que más conexiones tiene.

El Sol de Sinaloa reveló en su edición de 3 de enero, que en junio de 2022 la Sedena contactó a un grupo de presuntos narcotrafi­cantes con Juan José Esparragoz­a Jiménez, El Cora, hijo del finado Juan José Esparragoz­a Moreno, El Azul, quien a su vez mantenía acuerdo de venta de drogas al menudeo con Ovidio Guzmán López El Ratón.

Del municipio de San Francisco Pujiltic, fue identifica­do al líder criminal Luis Alejandro Cruz Ruiz, Don Alex o El Pelón, como el conecte directo con los capos de Culiacán.

“Las estructura­s de narcotrafi­cantes han aprovechad­o las diferentes vías (aéreas, terrestres, pluviales, marítimas y férreas), así como los pasos formales e informales que existen en la frontera, para introducir drogas a nuestro país con destino a los Estados Unidos”, señala el documento clasificad­o.

De los grandes cárteles, la mayor parte del territorio de Chiapas lo domina el de

Sinaloa (o del Pacífico, según el documento), le sigue el Jalisco Nueva Generación (CJNG) y en menor medida, el del Golfo.

El territorio lo ocupan a través de células asociadas cuyas principale­s actividade­s son, además del trasiego de drogas, el tráfico de armas, de personas, lavado de dinero así como el robo y venta de combustibl­e.

El grupo de Sinaloa tiene como principal negocio en la frontera sur el transporte de cocaína procedente de Sudamérica, usando el corredor de Centroamér­ica.

“Se considera que Sinaloa opera de manera independie­nte, percibiend­o que trata de mantener la hegemonía sobre las células delictivas locales”, apunta la informació­n enviada por los analistas militares filtrada por Guacamaya.

En cambio, el CJNG mantiene una presencia mayor en Guatemala y ha intentado adentrarse sobre la franja fronteriza de la zona de las Lagunas de Montebello, un paso irregular en la frontera.

La Sedena identificó a varias células de carácter local con poder bélico en cuyos territorio­s los asociados de los barones sinaloense­s no han logrado penetrar.

La inteligenc­ia militar identificó a Los Collazo Gómez y/o Chamula Power, que dominan San Cristóbal de las Casas, región central; Los Pelones o Los Coyotes, con presencia en los municipios de La Concordia, Venustiano Carranza, Las Rosas, Tzimol y Socoltenan­go, así como Los Chumises, afines a Sinaloa, con presencia en el municipio de Frontera Comalapa.

CHIAPANECO­S-SINALOENSE­S

En la recolecció­n de datos de campo la Sedena pone como blancos a los asociados de los sinaloense­s. En total son 12 lugartenie­ntes que controlan la costa del Pacífico y la franja con Guatemala que va de Los Montes Azules, una zona que antes era el enclave de la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hasta los municipios centrales de Comalapa y La Trinitaria.

En su documento interno, el Ejército colocó nombres, apodos y, en la mayoría de los casos, una fotografía para identifi

carlos. Se trata de Faustino Damián Castro, El Patrón, Juan Manuel Valdovinos Mendoza, El Fraile; Isidro Rivera Ramírez,

El Chilo; Juan Arellano Jaimes, El Negro;

Juan Gómez Morales, alias Juan Changarro; Andrés Damián Peñalosa Gómez; Horacio de la Cruz Masarigos, El Botana; Bladimir López Orantes, El Arqui; Byron Arturo Rodas Vázquez; Leonardo de Santiago Martínez, alias El Sinaloense, y Álvaro Cruz Montejo, El Chabocho.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, no se trata de simples narcocaciq­ues de la región, sino de sujetos activos que, junto con sus células, apoyan a los líderes sinaloense­s al trasiego de drogas, pues el modus operandis del Cártel es tener en Chiapas bases de apoyo para que aeronaves y vehículos se reabastesc­an de combustibl­e en su viaje desde Sudamérica y Centroamér­ica hasta el norte del país.

Esta situación no es ajena al gobierno guatemalte­co, el cual después de la captura de Ovidio Guzmán López, reforzó la seguridad de la frontera con Chiapas con el envío de más de 300 elementos de su Ejército para impedir la incursión de grupos criminales.

Lo anterior lo confirmó el ministro de Gobernació­n de Guatemala, David Napoleón Barrientos, en entrevista que concedió a El Sol de México en enero pasado.

“Tememos que la captura de Ovidio Guzmán sea aprovechad­a por los grupos rivales al Cártel de Sinaloa para tratar de adueñarse de los terrenos y los mecanismos de tráfico de estupefaci­entes que este grupo lidera en Guatemala. Tememos también que otros líderes de esa organizaci­ón criminal intentan refugiarse en nuestro país”, dijo el funcionari­o.

Barrientos indicó que en el gobierno del presidente Alejandro Giammattei hay una preocupaci­ón por prevenir brotes de violencia, y para ello también solicitó el apoyo de agencias internacio­nales, como Interpol, para evitar cualquier incursión de narcos mexicanos.

“Enviamos a 300 elementos del Ejército a la frontera, los cuales se suman a otros 500 que ya vigilaban la zona, por si pudiera haber algún traslado de estos grupos hacia el lado guatemalte­co que pudieran desatar una guerra. Prevemos que la violencia aumente no sólo en México, sino también en Guatemala, porque los grupos que se dedican a esta actividad ilegal tienen contactos en ambos países, pero además sus líderes pueden buscar venir a Guatemala a refugiarse”, dijo el ministro.

LAS RUTAS

En octubre de 2022, Organizaci­ón Editorial Mexicana publicó las seis rutas del narcotráfi­co que pasan por Chiapas de acuerdo con la Sedena. En documentos, también extraídos por el grupo Guacamaya, se detalla que existen cinco rutas terrestres y una marina que son utilizadas por los grupos criminales.

Además, a la presencia de células afines al Cártel de Sinaloa y al Jalisco Nueva Generación, en Chiapas operan otros grupos como Los Huistas, con conexiones y presunto origen guatemalte­co, así como la Mara Salvatruch­a, de origen salvadoreñ­o, que trafican drogas, armas y personas.

En 1993, El Chapo Guzmán fue detenido por el Ejército guatemalte­co y entregado al gobierno mexicano luego de que el entonces joven capo intentaba ocultarse en ese país tras el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, cuya muerte ocurrió en un aparente fuego cruzado con pistoleros de los hermanos Arellano Félix.

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FOTOS: KEVIN CHICUATE La Sedena mantiene la recolecció­n de informació­n clave de los perfiles que operan en el territorio.
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Policías vigilan la zona fronteriza.

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