En el ring
A medida que el proyecto avanza, el técnico asegura que muchas personas cambian sus puntos de vista sobre el boxeo femenino al ver los efectos positivos en el estado anímico de las atletas.
“Me encanta este deporte porque nos da confianza y nos enseña a defendernos”, dice a Hala Ayoub, de 18 años.
Su meta, agrega, es “demostrar a todos” en el ring que este deporte es “tanto para hombres como mujeres” y que “toda mujer tiene derecho a practicar el deporte que ama y lograr sus ambiciones.
“Aspiro participar en torneos internacionales, a izar la bandera de Palestina y a que la sociedad se sienta orgullosa de nosotras”, destaca.
Para Jodi al Nimer, adolescente palestina de 15 años que practica boxeo en el gimnasio, este deporte le abrió los ojos a un nuevo mundo y le da una energía positiva que le permitió superar ciertos miedos.
“Sueño en convertirme en médico cuando sea mayor y en una heroína del boxeo, para representar a Palestina en competiciones árabes e internacionales”, remarca Al Nimer con su uniforme de boxeo en el gimnasio, donde realiza ejercicios aeróbicos y boxea contra un saco con sus voluminosos guantes.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Según explica Ali Abdul Shafi, el otro cofundador del club, el proyecto arrancó hace apenas tres meses con financiamiento suyo y de su socio Ayoub, además de un préstamo bancario.
Con esto pudieron preparar el gimnasio y comprar el equipo y herramientas necesarios para comenzar, y ahora buscan ampliar el proyecto con respaldo de algún club de boxeo internacional con recursos económicos y conexiones para que sus deportistas se puedan sumar a campeonatos en el extranjero.
Esto representa un reto mayor ante el férreo bloqueo que Israel aplica sobre Gaza por tierra, mar y aire desde 2007, cuando Hamás -a quién Israel considera un grupo terrorista- tomó su control. A esto se suman fuertes restricciones aplicadas por Egipto, que también comparte frontera con la Franja.
Desde entonces, el movimiento de la gente del enclave se vio reducido en gran medida, lo que afecta también a deportistas que intentan obtener permisos para ir a entrenar o competir fuera, incluso en Cisjordania ocupada.
A ello se añade la falta de productos o herramientas básicas para practicar ciertos deportes debido a las restricciones israelíes a la entrada de ciertos bienes, por lo que muchos atletas afrontan una ardua lucha diaria para continuar con su deporte ante un escenario de escasez material.
Sin embargo, pese a este panorama, en el centro de boxeo femenino de Gaza no se rinden y buscan todas las vías con las que dar más horizontes a jóvenes que se sienten cada vez más empoderadas.
Gracias al proyecto, algunas personas han cambiado su percepción del boxeo femenino, por los efectos positivos en el estado anímico de las atletas