Para resolver el problema magisterial-educativo
Para resolver el problema de la falta de maestros en el estado, que mantiene durante ya varias semanas y hasta meses, a niños y grupos sin maestro y decenas y hasta centenares de maestros con sueldos pendientes de pago, hace falta por parte a las autoridades estatales, varios elementos fundamentales: voluntad política, imaginación, sensibilidad social, dedicarse a gobernar, dejar la política electoral a los partidos y sentarse a planear en grande la solución. ¡Ah! y confiar en el magisterio...
Mire usted, lo primero que debe hacer el gobierno estatal, es dejar de gastar el dinero (millones de pesos y también muchos dólares) en frivolidades como los inútiles viajes de funcionarios al extranjero y a la campaña presidencial. A dejar de realizar obras de relumbrón (verbigracia: el anegado parque Esperanto).
Dejar de pagar la costosa y millonaria publicidad para consolidar una imagen de los gobernantes que solo se forja con trabajo eficiente y no con ridículos y penosos espectáculos en redes sociales o en aparecer en diarios “chayoteros” todos los días, aunque la gobernante no esté presente físicamente en el estado, con el objeto de “taparle el ojo al macho”.
Con los ahorros que se obtengan de lo que gastan en frivolidades e inútil propaganda, se puede pagar los sueldos atrasados a maestros y contratar más docentes para encargarse de los grupos sin profesores.
Por otro lado, pueden también contratar a tanto maestro sin plaza, porque hasta eso, para otorgar plazas, se producen a veces procesos oscuros, en los que quienes debieran ganar las plazas, se quedan esperando. También se puede contratar fuera de nómina a seis meses, maestros jubilados que estén en condiciones de trabajar, para cubrir interinatos y grupos sin maestro.
Para atender el rezago en preparatorias que dependen del estado, es necesario que se asuma con honestidad y objetividad, que para cumplir con ese compromiso social, se deben crear preparatoria de participación social, por una etapa provisional de 5 a 10 años, no mayores de mil alumnos y distribuidas en las colonias alejadas, donde no hay planteles, pero donde existan secundarias cercanas en la comunidad.
Por último y pensando con buena fe, que las autoridades no están tratando de hacer negocios personales, sin funcionarios corruptos; ya es tiempo que el gobierno del estado piense en la reorganización de un “Patronato proeducación” (que existió con éxito al principio) que realice actividades para llenar los grandes huecos presupuestales que provocan rezago en pagos y en la cobertura educativa en todos los niveles.
Envío: ¿Y si se creara una lotería mensual de apoyo a la educación?
* (El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)