El 8M y las deudas pendientes en Baja California
El pasado 8 de marzo (8M) desfilaron por la zona urbana del Río, más de cuatro mil mujeres de todas las edades, clases sociales, ideologías y grados educativos, incluyendo a las mujeres familiares de los desaparecidos.
Los distintos actos protagonizados por ellas, terminaron ya en la noche. Hubo de todo.
Cantos colectivos, desfile hacia unos u otros puntos, incluyendo el Palacio Municipal, vacío. Colocación de carteles, mantas y dibujos o fotografías con nombres de padres irresponsables, feminicidas sin castigo, acosadores y violadores.
Hubo algunos momentos de violencia física sobre todo contra las estaciones del SITT. Algunos encapuchados, fueron detenidos.
También hubo momentos solidarios y algunas manifestantes entregaron flores a las mujeres policía que salvaguardaban el orden y la seguridad de las propias manifestantes.
En algunos sindicatos, se realizaron “festejos” para las compañeras integrantes de los mismos, no faltaron los discursos cursis junto con flores y pastel de algunos dirigentes, que aprovechan el “festejo” para “apapachar” a las compañeras que se lo permitan.
Por parte de las autoridades hubo actos manifestando su solidaridad con las mujeres bajacalifornianas; incluso, en su participación en los medios, la gobernadora expresó su solidaridad y dicen que hasta lloró… Sin embargo, lo que queda de manifiesto en la actualidad, en nuestro estado y en buena medida en todo el país, que la igualdad, seguridad, respeto y participación de las mujeres, pese a avances, todavía quedan muchas deudas pendientes del estado y de la sociedad hacia ellas.
Feminicidios y secuestro de mujeres sin resolver. Abusos de todas las policía y fuerzas de seguridad, son frecuentemente acusadas de abuso y violación.
En las agencias del Ministerio Público no son debidamente atendidas las denuncias de violencia familiar.
Hoy más que nunca, las mujeres no pueden circular seguras por las calles.
No todas reciben los mismos salarios que los varones. Tijuana sigue siendo un referente nacional e internacional de la trata de personas para la prostitución, los trabajos forzados o la explotación infantil.
¡No! el 8 de marzo no es día festivo, es día de lucha y de protesta ante la secular injusticia contra la mujer.
* (El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)