Con bordado fortalecen mujeres lazos de sororidad
“A través de la aguja y el hilo podemos hacer una comunidad sorora”, afirma la artista visual Laura Padilla Mora, quien es tallerista del Círculo de bordadoras en el Centro de Tecnologías Creativas La Colmena.
Cada viernes por la tarde en el Palacio de Cultura, mujeres de diversas edades se reúnen para compartir sus conocimientos de bordado y otras para aprender desde cero esta técnica, pero más allá de solo compartir cómo es que se crea un punto de cruz o el pespunte, las participantes comparten sus ideas y experiencias, generando lazos y comunidad.
“El bordado durante años se había mantenido en el espacio doméstico, pero recientemente ha cobrado resignificación como un movimiento artístico y también social”, aseguró Laura Padilla.
El Círculo de Bordadoras forma parte de la nueva programación de actividades de La Colmena, y tiene como propósito brindar un espacio seguro a mujeres interesadas en esta actividad, ya sea como una alternativa terapéutica, de creación o incluso como herramienta de activismo social.
“El bordado permite plasmar la cosmovisión de las personas, así como las relaciones sociales, como es el caso del Movimiento de Mujeres Sufragistas Británicas, que utilizaron mantas bordadas en sus movilizaciones”.
Laura Padilla Mora resaltó que los círculos de bordadoras son espacios en donde las mujeres convergen en ideas y experiencias.
“Estos espacios nos permiten repensar nuestras relaciones como mujeres y ver de qué otras maneras podemos hacer comunidad y encontrar apoyo y contención”.
La tallerista compartió que su experiencia con el bordado inició como una alternativa terapéutica, por lo que enfatizó que las participantes pueden canalizar sus emociones a través del bordado. El bordado me permitió expresar lo que no podía verbalizar”, afirmó.
Todos los