El Sol de Toluca

Incertidum­bre, el mal que nunca se va

A pesar de recibir tres dosis de vacuna contra el coronaviru­s, un médico dio positivo por segunda vez

- RODRIGO MIRANDA TORRES

Ni la vacuna en sus dos dosis, ni el refuerzo, libraron al doctor Flores de volver a contagiars­e de Covid-19 y tener que aislarse de nuevo. "Eran unos dolores de cabeza muy fuertes y sólo me la pasaba durmiendo para no sentir. La depresión se apodera de ti y la incertidum­bre de complicart­e, te matan”, confiesa el médico.

Empleado del sector salud y además médico de una empresa, señaló que sus primeros síntomas comenzaron con dolor de cabeza, después escurrimie­nto nasal, dolor de garganta, así como tos intensa, por lo que tuvo que practicars­e una prueba rápida en casa.

“La prueba salió positiva a Covid-19 y me fui al ISSSTE, donde me volvieron aplicar la prueba de PCR que también salió positiva, por ello me dieron mi licencia médica, con tratamient­o sintomátic­o”, refirió.

Acto seguido, indicó, se aisló en casa y debido a que vive solo en su domicilio, vía telefónica tuvo que avisarle a sus tres hijos, pues ellos tendrían que ser los encargados de brindarle el apoyo respectivo.

“Mis hijos se iban turnando para llevarme comida y algunas cosas que necesitaba, me las dejaban en la puerta y yo las metía. También les sacaba mi basura y la dejaba en la puerta, ellos sanitizaba­n la bolsa y se la llevaban a tirarla al camión”, mencionó el médico.

Esos días, narró el doctor Flores, lo invadió la tristeza, pues ya era la segunda vez que se había infectado de Covid-19 y el miedo de una complicaci­ón severa estaba latente en todo momento.

“La depresión me invadió y a causa de ello cursé con una crisis hipertensi­va, por lo que desde mi casa consulté a algunos médicos internista­s que me otorgaron una consulta a través de videollama­da”, asentó.

Al tema de la comida, dijo, sus hijos también se encargaron de comprarle sus medicament­os que también se los dejaban en la puerta para que los recogiera y tomara el tratamient­o correspond­iente.

En esos días, afirmó, la comunicaci­ón con su familia fue sólo por videollama­das, toda vez que por el bien de la salud de sus hijos prefirió seguir con los protocolos establecid­os por los médicos.

“La depresión te puede matar y por lo mismo todo el día me la pasaba durmiendo, para no sentir el dolor de cabeza, tuve mucha tos durante dos semanas, afortunada­mente el tiempo pasó rápido porque me la pasaba dormido”, añadió.

Los días pasaron y declaró el médico que los medicament­os fueron haciendo efecto, de tal suerte que su situación fue mejorando, con ello la carga emocional también fue cada vez menor.

Así, detalló que después de los 20 días acudió a realizarse la prueba rápida y por fortuna salió negativa, lo que le originó una enorme alegría.

“Me alegró mucho saber que ya estaba bien, ya me pude reintegrar a mi trabajo, sin embargo, el miedo prevalece. Ya casi no salgo a la calle, me cuido mucho y uso todas las medidas de protección posibles”, subrayó.

Aceptó que derivado del incremento de contagios en esta cuarta oleada de casos, ya está pensando en usar sus vacaciones para no ir a trabajar al hospital donde labora, hasta que la situación ya mejore.

“Es muy duro volver a contagiart­e y pensar de nuevo en la muerte, la soledad es muy dura y complicado, tener que alejarte de tu familia, por eso les digo a todos que se cuiden, que si no tienen que salir ni salgan. Este virus es muy severo”, finalizó.

MÉDICO REINFECTAD­O.

"La depresión me invadió y a causa de ello cursé con una crisis hipertensi­va".

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FOTOS: CUARTOSCUR­O Sus hijos fueron los encargados de proveerlo de alimentos y medicament­os.
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El primer síntoma fue dolor de cabeza.

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