Mejorar el municipal Si sólo gobierno
que podemos mejorar lo que se mide, en cada municipio medir lo social, lo económico, lo territorial y la seguridad.
Medir lo social significa saber si el ayuntamiento brinda a todas las personas acceso al libre desarrollo de su personalidad, por medio de educación, salud, equidad, igualdad de género y recreación.
Para ello, quien gobierna debe conocer el nivel del analfabetismo en su municipio, padrón de condiciones y necesidades de las escuelas públicas hasta nivel medio básico, respecto a sanitarios y acceso a Internet; infraestructura hospitalaria, causas y niveles de mortandad perinatal, así como por edad y género, educación sexual y reproductiva, y monitoreo de adicciones; número y tipos de personas vulnerables; acceso de mujeres a trabajo decente, registro de generadores de violencia al interior de los hogares y padrón de personas que requieren cuidados; número de jóvenes agrupados por ocupación principal y sus expectativas; así como análisis detallado de infraestructura deportiva y recreativa, pública y privada.
Medir el desarrollo económico consiste en determinar la capacidad de crear prosperidad de sus habitantes a partir de su vocación productiva, la generación de empleos y el fortalecimiento de las finanzas municipales. Y los indicadores para hacerlo son principalmente el de mejora regulatoria, vocación productiva, fomento económico e ingresos propios; específicamente, revisión de la lógica del dictamen de GIRO y tecnología aplicada a la verificación, padrón de unidades económicas por sector y su evolución en los últimos tres años, análisis de demandas por sector, información estadística para la inversión, programa de modernización catastral y estrategia de recuperación de cartera vencida del impuesto predial y del derecho de agua.
Medir la gestión del territorio implica
Medir el
hay
desarrollo económico consiste en determinar la capacidad de crear prosperidad de sus habitantes a partir de su vocación productiva, la generación de empleos y el fortalecimiento de las finanzas municipales.
evaluar la articulación entre lo rural y urbano, la prevención integral de riesgos, protección del ambiente y la movilidad. Los indicadores específicos son de análisis de congruencia del plan de desarrollo urbano inscrito en el Registro Público de la Propiedad, normalización del procedimiento para la emisión de licencias de construcción y el uso de herramientas tecnológicas para la verificación de licencias sin riesgo de corrupción; caracterización ecológica del territorio y pronóstico de ordenamiento ecológico municipales, y actualización del Programa de Ordenamiento Ecológico; existencia de Atlas municipal de riesgos georreferenciado conforme a cromática oficial y estrategia para disminuir ocupación de zonas de peligro.
Medir la seguridad con cuatro indicadores: disminución de la prevalencia delictiva y de la “cifra negra” (delitos que no se denuncian), e incremento de la percepción social de la seguridad y de la incidencia de delitos que sí se denuncian.
Teniendo estos 22 indicadores claros, los ayuntamientos pueden formular sus planes de trabajo; fijar, junto con la ciudadanía, metas y plazos para su revisión; definir objetivos y, al alcanzarlos, mejorar el gobierno municipal. El IAPEM está para ayudarlos.