EN SIETE AÑOS Marina contuvo 28.8 millones de ciberataques
Especialista advierte los peligros de que la información de la Semar llegue a criminales
CDMX. El 16 de enero de 2013 el colectivo Anonymous amenazó con revelar información sustraída de la Secretaría de Marina (Semar) luego de que la página fuera hackeada. Ese mismo día la dependencia señaló que el sitio de internet sólo presentó un ataque de “denegación de servicio”, sin que significara daños a las Operaciones Navales o a la Seguridad Nacional. Dos años más tarde, durante 2015, la dependencia militar registró 7.6 millones de intentos de ciberataques.
Estos fueron los primeros de 28.8 millones registrados hasta mediados de 2021, según datos obtenidos por transparencia. Sin embargo, aclara el documento, todos fueron contenidos por la Unidad de Ciberseguridad de la Semar.
Los datos muestran que los intentos de ataques a los servidores de la Marina han sido a través de distintos códigos maliciosos como sitios y DNS maliciosos, ransomwares (secuestro de datos), troyanos (software malicioso), botnets (robot informático) y ataques SSL y TLS (cifrado que protege la transferencia de datos e información).
Los millones de intentos de ciberataques a la dependencia representan una amenaza a la seguridad nacional ya que en los últimos sexenios se le han encomendado tareas contra el trasiego de drogas y armas, el robo de hidrocarburos y –en fechas recientes– la vigilancia y administración de las aduanas. Esto sin contar sus funciones habituales de proteger los intereses marítimos del país.
Las consecuencias de que un ciberataque se concrete son graves ya que podría ser extraída información y datos sensibles de sus actividades y operaciones que realiza por mar, tierra y aire, y utilizada por el crimen organizado o vendida.
“Existe un nivel de amenaza vinculado y un nivel de peligro que tendremos que hacerlo desde un análisis de riesgo, porque es un tema, es una metodología vinculada al tema de los ciberincidentes. Es importante destacar que, en el caso concreto de la Marina, tiene el control de los puertos internacionales, que se han vuelto puntos estratégicos para el trasiego de droga, como es el caso, por ejemplo, del fentanilo, con la Ruta del Pacífico, principalmente en el puerto de Lázaro Cárdenas, Puerto Vallarta, de la bahía de los estados de Jalisco y Michoacán”.
La Semar ha sido atacada mediante distintos códigos maliciosos como ransomwares (secuestro de datos), troyanos (software malicioso), botnets (robot informático) y ataques SSL y TLS (cifrado que protege la transferencia de datos e información)
“Sí podría ser viable que exista mucho interés de grupos del crimen organizado por conocer las ciberoperaciones, por tener un trasfondo de cómo está aconteciendo y cómo está organizada la estructura del accionar de la Marina dentro de estos cuerpos”, aseguró el experto Juan Manuel Aguilar, investigador en ciberseguridad y seguridad pública del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE).
Los intentos de conexiones maliciosas del exterior al interior de la Semar o ciberataques, disminuyeron al pasar de 13.8 millones en 2016 –el año con más registros–, a sólo ocho mil 988 en 2020, año que inició la pandemia de Covid-19. En los primeros seis meses de 2021 se registraron cuatro mil 600 ataques.
Un ciberataque es la acción ofensiva o maliciosa, externa o interna, con la intención de causar un efecto adverso en o a través del ciberespacio, según el Glosario de Términos Sedena-Marina en Materia de Seguridad en el Ciberespacio 2021.
México no cuenta con una ley dedicada a delitos cibernéticos, pero el artículo 211 del Código Penal prevé el delito informático, de acuerdo con el informe Ciberseguridad Riesgos, Avances y el Camino a Seguir
en América Latina y el Caribe, Reporte Ciberseguridad 2020.
El 1 de marzo de 2017 se creó en la Semar la Unidad de Ciberseguridad (EMGAUNICIBER), dependiendo de la Jefatura del Estado Mayor General de la Armada, incluyendo las capacidades de Ciberseguridad y Ciberdefensa.
Respecto al presupuesto ejercido por esta unidad, los montos se redujeron de manera drástica con el arribo del presidente Andrés Manuel López Obrador y su política de austeridad republicana.
Para los años 2017 y 2018, la dependencia asignó 11 millones 999 mil 997.72 pesos a la unidad, y para los años 2019 y 2020 descendió a un millón 339 mil 322 pesos. En 2021 se destinó la misma cantidad.
Otro de los riesgos en estos intentos de ciberataques es que la información importante podría ser secuestrada y utilizada para exigir el pago de un rescate a cambio de no liberarla.
“Generalmente los grandes ataques de ransomware (secuestro de datos) a nivel internacional se materializan o se pagan a través de sistemas o soluciones como el bitcoin o el blockchain, para no detectar la salida del dinero”, asegura el especialista de CASEDE.
México no
cuenta con una ley dedicada al delito cibernético, pero el artículo 211 del Código Penal prevé el delito informático
“Los grandes ataques de ransomware (...) se pagan a través de sistemas o soluciones como el bitcoin”