Mentalidad los catapultó
de la Conferencia Americana, los Titans comenzarán este sábado su carrera al Super Bowl cuando reciban a los Bengals.
La esperanza de ganar su primer Vince Lombardi es alta, ya alguna vez se quedaron muy cerca, pero no pudo ser. Si en Tennessee hay ilusión es gracias al coach Mike Vrabel, un hombre que ha sido capaz llevar al equipo a otro nivel.
El entrenador en jefe llegó a la franquicia en el 2018. El entorno no era sencillo. Más allá de que los Titans llevaban dos temporadas con una marca de 9-7 bajo el mando de Mike Mularkey, el hecho de no trascender en la postemporada elevó la tensión al grado de salir del equipo, algo que refleja claramente la exigencia de la dueña Amy Adams Strunk.
En ese contexto llegó Vrabel, un coach que sólo contaba con experiencia como coordinador defensivo en los Houston Texans. Hoy, cuatro años después de su contratación, las dudas se han disipado, los Titans, con él en la banda, suman cuatro campañas con marca positiva. En las primeras dos terminó con 9-7, en las últimas ha conseguido registros de 11-5 y 12-5.
Estos números no son casualidad, tiene tiempo que los Titans trabajan bien en el armado de su equipo. Si se cuenta el proceso que han llevado con Mularkey y Vrabel, ya son seis campañas con un porcentaje mayor a .500, algo que no ocurría muy a menudo en Tennessee.
El número de victorias es relevante si se toma en cuenta que durante las campañas 2014 y 2015 el equipo finalizó con pobres registros de 2-14 y 3-13, situación que les valió terminar dentro de los peores de toda la NFL.