El Sol de Tulancingo

Alejandro Sierra

- Alejandro Sierra

Pablo P., presunto responsabl­e del delito de peculado, fue capturado y vinculado a proceso.

Se habla de que fueron más de 600 millones de pesos los que desvió de las arcas de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), donde se desempeñó como subsecreta­rio de Finanzas en el sexenio pasado.

Incluso firmó algunos cheques a nombre de su hijo.

Totalmente increíble, ¿no?

Pero asombraría más que este presunto responsabl­e logre que a cambio de pagar una fianza se le permita seguir el proceso en casa.

Bueno, en realidad ya no tan asombroso.

Este sería el mismo caso de algunos otros exfunciona­rios que han sido acusados, detenidos y vinculados a proceso, que finalmente evitan permanecer dentro de un penal.

Incluso uno de ellos prometió que pagaría una millonaria fianza, pero en lugar de ello se fugó. Nos referimos a Sergio I., ex director general del Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo.

El mensaje que se percibe con esto es que no hay justicia. Que estas personas que en su momento ocuparon cargos públicos y presuntame­nte se robaron el dinero del pueblo, no tendrán que pagar por ese delito.

Es entonces cuando la gente se pregunta si es que los jueces están haciendo su tarea. Si son ellos los responsabl­es de que no se haga justicia.

Sin embargo, parece que en buena medida esto se debe al Nuevo Sistema de Justicia Penal, en especial cuando se trata de delitos que no ameritan prisión preventiva oficiosa.

Pero eso no lo entiende la gente. La ciudadanía quiere que se castigue a quienes incurren en hechos que violan lo establecid­o en las leyes.

Y de inmediato se preguntan por qué alguien que roba, por necesidad, un kilo de jamón en una tienda de autoservic­io, sí está tras las rejas y en cambio estos sujetos que se llevan cientos de millones de pesos evaden la justicia.

Habría que investigar dónde están las esposas y las familias de estos exfunciona­rios. Quizás están viviendo en otro país, como lo hace la esposa del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Ella vive muy tranquila en Europa disfrutand­o de los millones que presuntame­nte desvió su marido.

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