JEANETTE: GENIO Y FIGURA
NO SE DEJA LLEVAR POR LAS TENDENCIAS DE LA INDUSTRIA, NO ENCUENTRA MOTIVOS PARA GRABAR NUEVA MÚSICA Y LE RESTA IMPORTANCIA A LOS HOMENAJES QUE LE HACEN. LA CANTANTE NOS COMPARTE SU SINGULAR HISTORIA Y SUS NO MENOS PECULIARES PUNTOS DE VISTA
Su nombre por sí solo puede no decirle mucho, sobre todo a las nuevas generaciones. Pero la sola mención de canciones como Soy rebelde, Por qué te vas o El muchacho de los ojos tristes basta para ubicar perfectamente a la cantante que a lo largo de los setentas y ochentas cosechó varios éxitos que trascendieron épocas e incluso barreras geográficas.
Jeanette siempre fue una figura singular, comenzando por su timbre de voz, entre sutil e inocente, y su pronunciación, producto de cantar en un idioma distinto al de su lengua materna.
En todos estos años, y con excepción de un par de visitas promocionales, nunca había pisado México para cantar sus canciones. Tampoco es una artista que figure demasiado en los medios últimamente. Por ello aprovechamos que este 27 de marzo ofreció en este país su primera presentación, para platicar con ella.
Es una buena pregunta, lo que pasa es que yo empecé a venir a hacer conciertos a Latinoamérica hasta el 2004, porque más bien había estado enfocada en Europa. Aquí empecé a venir cuando me trajeron para hacer un concierto en Colombia, después en Perú, Ecuador, Estados Unidos, y ahora México, que por fin pudimos hacerlo.
Sí, ese fue el grupo con el cual empecé, estamos hablando de 1968, cuando salió nuestro único LP, que contenía una canción mía llamada Cállate niña, que fue número uno. Pero mira: éramos muy jóvenes, yo todavía estaba estudiando en aquella época en un colegio de monjas americano, en Barcelona, pero a mi madre no le hacía ninguna gracia que yo me dedicara a la música y me dijo que me enfocara a los estudios, y como yo era menor de edad pues no me quedaba más remedio que obedecer. A raíz de esto, el grupo se disolvió... Y después, cuando ya tenía mayoría de edad, la compañía discográfica me buscó y me pidió que grabara, pero en solitario, porque el grupo ya no existía.
Sí, yo nací en Londres, soy inglesa. Y cuando tenía dos años nos mudamos con mis padres a Estados Unidos, por lo que mi acento ni siquiera es inglés, sino americano. Pero después mis padres se separaron y mi madre, que es de descendencia española, decidió volver a España, así que nos mudamos a Barcelona, que fue donde conocí a los integrantes de Pic-Nic y donde empecé mi carrera musical, entonces yo tenía que cantar en español y fíjate que lo hablaba muy mal… De hecho, todavía no lo hablo muy bien, ¡después de tanto tiempo! (risas). Aún tengo mis fallas; yo creo que la gente ya se ha acostumbrado, pero esa fue la razón por la cual terminé en un país que no era el mío y cantando en español.
¿Y cómo entraron en acción personajes tan importantes para tu carrera como José Luis Perales y Manuel Alejandro?
Lo de Manuel Alejandro fue cuando ya empecé a cantar en solitario. Recuerdo que el director artístico de la compañía discográfica, que era Hispavox, me enseñó la canción Soy rebelde (de la autoría de Manuel Alejandro), que la verdad al principio no me gustó y no la quería grabar, pero la compañía insistió y bueno, la grabé, y cuando la escuché cantada por mí sí que me gustó. En ese momento Manuel
estaba empezando como compositor, creo que estaba haciendo canciones para Raphael, pero yo no lo conocía tanto. Y lo mismo me pasó con José Luis Perales, que en aquella época, como yo ya estaba de moda, mandó a la compañía unas canciones y les dijo: “Esto es para Jeanette”.
“GRABÉ LAS CANCIONES SIN SABER QUIÉN ERA JOSÉ LUIS PERALES"
Las canciones a las que se refiere eran:
Palabras, promesas, Escucha y Por qué te vas, esta última una composición que se convertiría en un éxito en varios países del mundo, no solo de habla hispana, y que ha sido considerada por la prensa especializada como una de las mejores canciones españolas de todos los tiempos.
“Grabé las canciones sin saber quién era José Luis Perales también; parece que así los iba conociendo (risas). Ya después con Manuel Alejandro hice otro disco llamado Corazón de poeta (1981) que considero que fue mi mejor disco, sin duda alguna”, agrega.
Sí, Manuel Alejandro me decía acerca de mi voz: “Nunca he conocido a una persona que tenga una voz tan pequeñita, y que al mismo tiempo diga tanto”.
Bueno, la verdad es que ha cambiado mucho la música en el mundo. Antes había veinte compañías discográficas y de repente nos quedamos con dos o tres. Y la verdad tampoco me estaba gustando mucho lo que me ofrecían, entonces decidí que si no iba a hacer algo que a mí me gustara mucho, prefería mantener lo bueno que tenía y concentrarme en mi repertorio, con esas canciones maravillosas de
Perales y de Manuel Alejandro.
“Grabar por grabar ya no me apetecía, esa es la verdad… Como ya no había dinero, las compañías discográficas empezaron a hacer grabaciones, pero ya con arreglos mucho más sencillos, no como las que yo hacía, con grandes orquestaciones... Es que el sonido ha cambiado mucho, y esa es un poquito la razón por la que lo he dejado. Luego la gente me pregunta: “¿Por qué no sacas algo nuevo?”, Hombre, yo sacaría algo nuevo, pero en óptimas condiciones y con mucha clase, cosa que ahora mismo está faltando mucho”, agrega.
Claro, es que tú puedes ir a un cuarto de baño y grabar ahí mismo y con un teclado que te haga la batería, los violines y todo, pero el sonido no tiene nada que ver. Muchas veces me han dicho: “¿Por qué no regrabas Corazón de poeta y le pones otro arreglo? Y yo digo: ¿Para qué? Si el arreglo que tengo es excepcional. ¿Para qué voy a hacer una chapuza con un teclado, cuando en mi canción se hicieron unos arreglos con sesenta músicos y con violines, guitarras, batería, bajo y trompetas de verdad? Muchos artistas lo hacen, pero yo me niego.
EN SU PROPIO UNIVERSO
Luego de escucharla, da la impresión de que Jeanette vive en su propio universo paralelo, del cual no pretende salir, porque probablemente no encuentra nada mejor afuera.
Y así es casi todo cuando hablamos con ella. En lo que se refiere a colaboraciones con otros artistas, recuerda que ha aceptado invitaciones a hacer algo con Raphael o con Coque Malla, aunque se apresura a aclarar que no acepta cualquier invitación, porque es exigente.
Sobre una breve participación que tuvo con el español Raúl Fernández, Refree, apenas la recuerda y no tiene reparo en decir que fue para un disco que no tuvo ninguna repercusión.
Algo que Jeanette experimenta de forma distinta a sus colegas es la percepción sobre las múltiples versiones que se hacen de sus canciones. Mientras que la mayoría de los artistas agradecen y hasta comparten los covers que les hacen, ella parece restarles importancia, como sucede con el disco recopilatorio Contemplaciones: Homenaje iberoamericano a Jeanette (2015), en el que diferentes artistas indie de Iberoamérica le rinden tributo: “Te voy a decir la verdad, me parece que nunca lo escuché… O ya ni me acuerdo”, asegura.
¿Qué opinas de esos homenajes? Finalmente son un reconocimiento a tu trayectoria de parte de nuevas generaciones.
Sí, sí, bueno… Ahora si ves en España está “Soy rebelde” cantada por dos chicas distintas, una en una publicidad de sidra y la otra en una publicidad de no sé qué, en Cataluña. Y sí, hay muchas versiones de mis canciones, pero ninguna supera a las mías; eso te lo digo yo ahora mismo, ninguna.
EL CONCIERTO EN MÉXICO
Jeanette se presentó por primera vez en México el pasado 27 de marzo, como parte de un espectáculo llamado Grandiosas, en el que también participaron las cantantes Dulce, Karina y María Conchita Alonso.
El concierto se llevó a cabo en un foro de la Ciudad de México, para un público reducido, y será transmitido vía streaming el 10 de abril a través del sitio: www.eticket.mx
Da la impresión de que Jeanette vive en su propio universo, del cual no quiere salir, porque quizá no encuentra nada mejor afuera “Me han dicho: ‘¿Por qué no regrabas “Corazón de poeta” con otro arreglo?’ Y yo digo: ¿Para qué, si mi canción tiene arreglos excepcionales, con 60 músicos e instrumentos de verdad? Muchos lo hacen, pero yo me niego"