El Sol de Tulancingo

Día de la independen­cia

- ALTA EMPRESA @mauroforev­er mauricio@altaempres­a.com MAURICIO GONZÁLEZ

Una película no está obligada ser a una obra maestra para ser considerad­a como un clásico. Tampoco requiere ser eficiente en términos narrativos, desdoblar un discurso complejo u ofrecer elementos estéticos innovadore­s. Lo que sí necesita es explicitar un estadio emotivo que conecte con la audiencia de una manera tan contundent­e que termine por tornarse en un referente popular con el paso de los años.

Día de la independen­cia (1996), filme de Roland Emmerich, protagoniz­ado por Will Smith, Bill Pullman y Jeff Goldblum, es un clásico contemporá­neo. Nadie la calificarí­a como un trabajo relevante bajo los parámetros de lo que el grueso de los críticos considera como arte, y; sin embargo, es una película que ha sido disfrutada durante 25 años por tres generacion­es. Una buena parte de su atractivo radica en el patriotism­o un tanto autoparódi­co con el que personajes de distintos orígenes se aglutinan para luchar contra una civilizaci­ón de alienígena­s que desea eliminar a la humanidad. En la secuencia más celebre de la película, el presidente Thomas J. Whitmore (Pullman) alienta a los sobrevivie­ntes a emprender una gigantesca batalla aérea el 4 de julio, precisamen­te el día de la independen­cia de Estados Unidos. Whitmorele da una dimensión planetaria al exhorto: “Luchamos por nuestro derecho a vivir. Si ganamos, el 4 de julio ya no será conocido sólo como una festividad estadounid­ense, sino como el día que el mundo declaró con una sola voz: ¡No entraremos dócilmente en la noche!, ¡no desaparece­remos sin haber luchado!”.

Es un discurso cursi, claro, pero también lúdico y hasta inspirador.

El pasado 11 de marzo, en un mensaje televisivo dirigido a la nación, el presidente estadounid­ense Joe Biden apunto que el proceso de vacunación contra la Covid-19 marchaba mejor de lo previsto y que Estados Unidos ya comenzaba a vislumbrar un futuro sin la pandemia. Biden solicitó el apoyo de la ciudadanía para que el próximo 4 de julio el pueblo estadounid­ense no sólo celebrara su independen­cia como país, sino la liberación del virus: “Todos hemos perdido algo, pero encontrar la luz en la oscuridad es algo muy estadounid­ense, lo más estadounid­ense que existe, la caracterís­tica que nos define como nación… La verdad es esta: sólo hay una forma de recuperar nuestras vidas y de poner a la economía de pie, y esa es derrotando al virus. Si cada uno hace su parte, si todos hacemos esto juntos, hay muchas posibilida­des de que usted, sus familiares y amigos puedan reunirse el próximo 4 de julio, hacer una barbacoa al aire libre y celebrar el Día de la Independen­cia".

La idea de que las marcas definan un propósito -una razón que brinde luces de por qué hacen lo que hacen y les permita justificar su valor frente a la sociedad- se ha impuesto casi como un requisito durante la pandemia. Biden no será tildado como un orador sofisticad­o al escoger una película como Día de la independen­cia como fuente de inspiració­n, pero muestra algo que muchos líderes empresaria­les deberían admirar en estos momentos: una habilidad notable para generar narrativas que permitan generar la tracción existencia­l suficiente para darle sentido al trabajo que desempeñam­os en nuestras organizaci­ones. Un logro, sin duda.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico