El árbol como símbolo
La humanidad ha utilizado la figura del árbol para ilustrar la historia de la vida por una simple y sencilla razón: es una buena metáfora. El árbol tiene raíces que simbolizan nuestros orígenes, un tronco que es nuestro presente, y ramas que, como los caminos que podemos tomar durante nuestra vida, se extienden al infinito. Por supuesto, esto es así en su representación más básica, ya que en las raíces como en las ramas pueden establecerse un sinfín de relaciones.
El árbol como símbolo se preta para su uso en cualquier ámbto, ya sea reliioso, ilosóico, cientíico o mtolóico, pues ayuda a explicar de forma sencilla la evolución de las especies, demotrar las inluencias y la trascendencia de teorías, representar árboles genealóicos y muhas cosas más. Desde el Árbol del Conocimiento —en el Jardín del Edén—, in importar la forma o el tema que tome el árbol, éte cai iempre funciona como método y estrutura, fundamentales para ejempliicar el conocimiento. El biólogo etadounidense heodore W. Pietsh escribe en su libro Los árboles de la vida: una hitoria visual de la evolución —Trees of Life: A Visual Hitory of Evolution— (2012) sobre el papel de los árboles en la cultura: El árbol como metáfora iconográica es quizá el más universalmente generalizado de todos los grandes símbolos culturales. Los árboles aparecen y reaparecen a lo largo de la hitoria humana para ilutrar cai todos los aspetos de la vida. La complejidad etrutural de un árbol —raíces, tronco, ramas que se bifurcan y hojas— ha servido como un símbolo ideal a lo largo de los iglos para visualizar y jerarquizar tanto conocimientos como ideas. Aquí algunos ejemplos de «símbolo-árbol» que han ido utilizados como etrutura en diversos ámbtos, todos ellos hermosos y ingulares.