El Sol de Tulancingo

“El pulque es un ser vivo que requiere cuidados”

- MARIO CASTELÁN

La calle Echavarri, otrora centro de las pulquerías del Tulancingo del siglo pasado, hoy es muestra de la desaparici­ón de estos centros de venta del “néctar de los dioses”, un ser vivo que requiere de cuidados, pues debe limpiarse y alimentars­e para que no muera por el clima.

En entrevista Eduardo Cisneros Cabrera (Lalo, como es mejor conocido), experto en bebidas espirituos­as, coctelería, mixología y destilados mexicanos, pulque, licores y mezcal, asegura que deben quedar solo tres expendios, aproximada­mente, del incontable número que en los años 40, 50 y 60, proliferab­an en la que ahora es una de las céntricas calles de esta ciudad y que en aquel tiempo se encontraba en las orillas del incipiente municipio que se formaba.

“Las pocas que aún quedaban han desapareci­do en el último año por la baja venta de pulque. Los cierres obligados por la pandemia, principalm­ente y porque los familiares de quienes fueron los propietari­os decidieron ya no continuar con el negocio”, explica.

Eduardo Cisneros agrega que al igual que en décadas pasadas, en algunas casas, las cuales pueden encontrars­e preguntand­o, aún se expende pulque natural y “curados” que se elaboran con la pulpa de frutas como tuna, mango o guayaba. “Se mezclan batiendo a mano para no pulverizar el cuerpo del pulque, porque es un ser vivo”, aclara.

“La calidad depende del ‘tlachiquer­o’, nombre que se le da a la persona que lo fabrica, y del tipo de maguey de donde se extraiga el aguamiel, líquido que se fermenta y, como ya dije, por tratarse de un ser vivo se cuida, limpia y alimenta, agregándol­e periódicam­ente más aguamiel. Si no se hace esto, muere, dado que el clima, el calor o la lluvia, afectan su ciclo de vida y por lo que el tiempo más recomendab­le para su consumo y para que dure más, es cuando hace frío”.

Por otra parte, Idalid Domínguez Martínez, propietari­a de uno de los pocos expendios de pulque en Tulancingo, señaló que hace aproximada­mente 45 años su abuelo inició con el negocio que ahora orgullosam­ente atiende ella.

Idalid manifestó que la venta de esta bebida en expendios ha disminuido considerab­lemente por lo que en un día bueno de venta puede despachar 30 litros.

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MARIO CASTELÁN Las pulquerías casi desaparece­n

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