La guerra de Irak persigue a Colin Powel
WASHINGTON. Colin Powell, un héroe de guerra de Estados Unidos y el primer secretario de Estado negro, quien vio su legado empañado cuando defendió la guerra en Irak en 2003, murió por complicaciones del Covid-19.
El general retirado de cuatro estrellas tenía 84 años y estaba “completamente vacunado”, dijo su familia.
Powell sufría de mieloma múltiple, una forma de cáncer de la sangre que afecta el sistema inmunológico, lo cual lo hacía más vulnerable al Covid-19.
Hijo de inmigrantes jamaicanos y nacido en el barrio de Harlem, Nueva York, ascendió todos los peldaños del escalafón militar hasta ser general de cuatro estrellas durante sus 35 años de servicio.
Estuvo dos veces destacado en Vietnam en la década de 1960, donde fue herido dos veces y recibió once condecoraciones, entre ellas la Purple Heart.
Como jefe del Estado Mayor Conjunto, dirigió las operaciones militares de EU en Panamá, Granada, Filipinas y Liberia; y más tarde organizó el despliegue de fuerzas en Arabia Saudita al iniciarse la crisis del Golfo en agosto de 1990 y el comienzo de la primera guerra contra Irak.
Su estrategia principal, bautizada como la “doctrina Powell”, estaba basada en un uso abrumador del poderío castrense, el amplio apoyo de la opinión pública y una rápida retirada tras el conflicto.
Todos los expresidentes de EU vivos le rindieron tributo excepto Donald Trump, con quien se enfrentó públicamente
En febrero de 2003, vivió el momento que marcaría su carrera cuando ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aseguró en un polémico discurso que Irak contaba con armas de destrucción masiva, algo que después se supo que no era cierto. Años más tarde, reconoció que esa fallida intervención sería la gran “mancha” en su trayectoria.