El Sol de Tulancingo

Si se quiere, se puede

Cuando hablamos del federalism­o fiscal mexicano, estamos hablando de la historia de México. Lo más reciente lo hemos comentado, como ejemplo las tres convencion­es nacionales fiscales, y la Conveción Nacional Hacendaria de 2004. Fue un gran avance impulsad

- Brunodavid­pau@yahoo.com.mx

El arreglo fiscal o pacto firmado a través de un convenio de adhesión en los noventa, sigue vigente y además del sistema de participac­iones, se creó un Convenio de Colaboraci­ón Administra­tiva en Materia Fiscal, que llegó a tener alrededor de 16 grupos de trabajo, unos coordinado­res por Hacienda y el resto por los estados.

Hoy aún hay diferencia­s interestat­ales, en materia de ingresos, pero también es cierto que en la mayoría se dan omisiones respecto a los ingresos locales, y por tanto, dependen en más del 90 por ciento de las transferen­cias de la recaudació­n de origen federal.

Sin embargo, un buen número de estados si podrían lograrlo si se aplica a cobrar con eficiencia y a gastar con transparen­cia. una tercera parte que sí podrían optimizar sus recursos. Aunque la diferencia regional se ahondaría, contemos solo el número de las burocracia­s por estado. Las burocracia­s estatales son generalmen­te más grandes de lo que requieren: en el pasado cuando un gobernador salía, basificaba a los trabajador­es eventuales, con toda la carga presupuest­al que ello significab­a para la nueva administra­ción.

Lo fundamenta­l, es cobrar lo que debes cobrar. Hay ejemplos exitosos en eso de cobrar, por ejemplo, Oaxaca se hizo una revolución al predial empezando por los funcionari­os, contratist­as, proveedore­s del gobierno, etcétera, sin gran tecnología, pero con sentido común, etcétera. Insisto la otra es el gasto

número de estados si podrían lograrlo si se aplica a cobrar con eficiencia y a gastar con transparen­cia. una tercera parte que sí podrían optimizar sus recursos.

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Un buen

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