La cooperación binacional en seguridad
Llevada a cabo el pasado jueves 13 en la ciudad de Washington, D.C., se reunieron las delegaciones de los gobiernos de México y Estados Unidos, en lo que hasta el momento han sido las representaciones de más alto nivel. Funcionarios de las áreas de políti
Es importante resaltar, la forma precisa y sin el lugar común de que “las relaciones entre los dos países pasan por su mejor momento”, que el Jefe del Departamento de Estado, Antony Blinken, en la conferencia de prensa, manifestó que no se ha hecho lo suficiente para contener y atender lo que se considera la agenda de Seguridad compartida entre México y los Estados Unidos: tráfico de fentanilo, tráfico de armas y migración forzada procedente de Centroamérica. A su vez, Alberto Mayorkas, Jefe del Departamento de Seguridad de la Patria, señaló el peligro sanitario y de violencia que entraña el constante flujo de drogas ilegales al creciente mercado de consumidores en su país.
De forma coincidente, es decir, tan sólo un día antes, el miércoles 12, fue ampliamente difundida la nueva estrategia de Seguridad Nacional del gobierno del
Presidente Joseph Biden, que aporta importantes novedades y que habrán de guiar la formulación y conducción de los programas dirigidos a garantizar la viabilidad de los intereses de los Estados Unidos y de su sociedad. Entre ellos, destaca la inclusión explícita del terrorismo doméstico, basado en una expresión extendida entre las áreas de policía y autoridades federales, y que alude a las capacidades en el ejercicio de la violencia por parte de las organizaciones criminales (no se menciona la nacionalidad), pero es indudable que las que tienen su origen en nuestro país, se encuentran en primer lugar.
Las condiciones para un mejor entendimiento entre ambos países en materia de Seguridad compartida, por la formulación de criterios compartidos y que estos a su vez, se vean traducidos en medidas simultáneas, conforme a los respectivos procedimientos y sistemas jurídicos, pero que pongan en evidencia la determinación para hacerle frente a una desafortunada y creciente agenda en la materia. La diversificación de las actividades de la delincuencia organizada en nuestro país, desde luego que llama la atención de organismos multilaterales y por supuesto, de las áreas correspondientes en los Estados Unidos.
Biden y López Obrador deberían impulsaran las medidas que anunciaron.