No se toca, pero se mira
VISITÓ LA ALCALDÍA IZTAPALAPA Y FUE BIEN RECIBIDA POR MILES DE AFICIONADOS QUE CUMPLIERON UN SUEÑO
iles de aficionados cumplieron su sueño. Desde temprana hora y desde distintos lugares de la Ciudad de México, incluso de otros estados, se dieron cita ayer los amantes al deporte más popular del mundo para retratarse al lado de la Copa del Mundo, esa que estará en disputa en Qatar 2022.
Fiel al dicho histórico de que la Copa no se toca, sólo se mira, cada uno de los seguidores hicieron filas para vivir el momento soñado a lado del galardón de 36.8 centímetros de alto y que pesa 6,175 gramos, sin olvidar que está hecha con oro de 18 quilates.
La Utopía de Santa Cruz Meyehualco, en Iztapalapa, fue el escenario de esta dinámica realizada por el patrocinador oficial del Mundial, en la que desde niños hasta adultos mayores pudieron experimentar un día distinto con diversas actividades alusivas al futbol. Hubo una discreta apertura de este evento, con honores a la bandera y la presencia de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; la
Malcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada; el titular de Indeporte, Javier Hidalgo, así como representantes de Coca-Cola y el compositor Horacio Palencia.
“Por primera vez en la historia, el Tour del Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA comienza en la Ciudad de México. Ya estamos en la Utopía Meyehualco, en Iztapalapa. La FIFA ya no es fifí”, afirmó la jefa de la CDMX en su cuenta de Twitter.
Si bien para algunos la fila y la espera fue larga, para otros no y al final para todos valió la pena. Pudieron tomarse una foto fingiendo un cabezazo a gol. Otros se sentaron en un avión para simular su viaje a Qatar. Algunos más pudieron jugar al futbolito, tomarse distintas fotos como por ejemplo con el balón gigante mientras que en pantalla era trasmitido aquel gol de Chucky Lozano a Alemania durante el Mundial de Rusia 2018.
Unos más posaron para que su instantánea fingiera ser una estampita del famoso álbum mundialista, y hasta algunos se dejaron tatuar alguna promesa en caso de que México gane el Mundial.
En el momento sublime, en el momento en el que tenían que posar con la Copa, después de pasar por dos salas de interacción cada uno de los asistentes tenían sólo 15 segundos para la fotografía. Por reglamento de FIFA nadie podía grabar o tomar la foto, sólo los organizadores. El trofeo se situó en una vitrina bien protegida y encima de un plato giratorio para que se pudiera exhibir de la mejor manera.
Familias y personas en solitario, todos disfrutaron, algunos hasta hicieron fila afuera del deportivo desde las 7 horas y llegaron desde Pachuca, como la señora Mireya Rojas, quien por un momento mostró su molestia porque creyó que no podía pasar por no traer boleto, mismo por el que se debía tener un registro previo.
No obstante, los organizadores reaccionaron y dejaron pasar a todos, con boleto previo o sin boleto, sólo con orden.