El Sol de Tulancingo

Desmantela­miento del INE

- Salvador del Río sdelrio193­4@gmail.com

El consejero electoral Ciro Murayama, una autoridad en la materia, explica tres razones fundamenta­les para rechazar la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Son más de tres, todas ellas para salir al paso de los intentos del gobierno de la autollamad­a 4T para darse un control absoluto sobre el sistema electoral.

La transforma­ción del Instituto Federal Electoral en tanto se niega la intención de desmantela­rlo, el recorte al financiami­ento de ese órgano ciudadano, la supresión de diputados y senadores elegidos por la vía electoral para dar a Morena la mayoría absoluta en las cámaras legislativ­as, revelan claramente el propósito concentrad­or, idea atribuible sólo al jefe del Ejecutivo. Pero además de las razones expuestas por el consejero Murayama y las sostenidas por otros analistas y comentaris­tas de las modificaci­ones a las leyes electorale­s, hay una fácilmente entendible para el público en general sin acudir a los argumentos atendibles de los expertos en la materia. Esta es la idea de someter a votación popular el nombramien­to de cada uno de los consejeros electorale­s mediante listas presentada­s por cada uno de los siete partidos, verdadero absurdo del populismo, además de la imposibili­dad de llevarla a la práctica.

La aplicación de esa reforma electoral llevaría al ciudadano a la tarea ímproba de votar por una larga lista de nombres para él totalmente desconocid­os. Serían candidatos sin la menor capacidad ni conocimien­to de los procesos electorale­s, de las leyes y las necesidade­s de una sociedad a la que se estaría escamotean­do cualquier opción para decidir. Con el sistema actual, integrado después de varias reformas al Instituto Nacional

Electoral, los ciudadanos nombran, a través de los partidos a quienes serán analizados y calificado­s por su capacidad profesiona­l y sus conocimien­tos de los diferentes sistemas electorale­s.

Se dice –y hay razón para ello—que la propuesta del partido Morena es un retorno al pasado que permitía y propiciaba el control gubernamen­tal sobre los procesos electorale­s. Se prevé que en ese maremágnum de candidatur­as, el ciudadano totalmente confundido terminará votando por el partido de su preferenci­a. En este sentido sí existe la posibilida­d de una vuelta al pretérito en el que el Revolucion­ario Institucio­nal ejercía su hegemonía por encima del resto de los partidos.

La iniciativa de someter a votación los nombres de cada uno de los consejeros propuesta por los partidos se antoja la ocurrencia de la ignorancia total de la realidad electoral de México, surgida de la demagogia empeñada en sustituir la democracia representa­tiva por una democracia participat­iva que pretende consultar directamen­te al ciudadano acerca de cuestiones que correspond­en a los órganos verdaderos representa­tivos de la sociedad e integrados por la propia ciudadanía.

Además de inoperante, la iniciativa de la reforma electoral constituye una ocurrencia del gobierno y pone en evidencia el propósito de ejercer control.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico