Cuatro lugares
En un Pueblo con Sabor como este, se sabe que la comida en casi todas sus presentaciones es un deleite
Sin importar la época del año, el mexicano es glotón por naturaleza, y es que hasta los más fit hacen trampa en la dieta con tal de no perderse alguno de los tremendos platillos que existen en la gastronomía mexicana, por ello, es momento para recordar que Tulancingo es Pueblo con Sabor no solo por sus tan famosos guajolotes o por su exquisita barbacoa.
Y es que aquí también se ofrecen variedades suculentas en aquello que en México llamamos “vitamina T”: tacos, tortas, tlacoyos y tamales, por mencionar algunos breves ejemplos.
LOS TAMALES DE LA 21
Basta caminar por la calle 21 de Marzo todos los días a tempranas horas para dar con ellos. Se acomodan en la pendiente que se extiende en la contraesquina de la 21 con Primero de Mayo, justo al lado de uno de los pocos puestos de periódicos que todavía existen en esta ciudad. En este sitio se ponen varios puestos de tamales, aunque hay uno en particular que destaca, pues vende, por ejemplo, un tamal de camarones con queso.
Es bien sabido que para poder probarlo hay que llegar temprano, pues además de ser el más famoso también es de los de mayor tamaño; aunque claro, ya sea que pidas de verde, rajas, moles, dulce, o hasta de Carlos V y de Nutella, tu primera impresión será que el gran tamaño de sus piezas es una de sus principales cualidades.
TORTAS DE EL CHAPARRITO
Aunque ya hemos hablado de la tradición tortera de Tulancingo, una que se manifiesta gracias a lugares como La Luz Roja, La Cabaña y por supuesto en La Preferida, para estómagos profundos y exigentes están a disposición las Tortas Gigantes de El Chaparrito. Ubicadas en una de las salidas del municipio, muy cerca de la Central Camionera y de la Plaza del Vestido, en su nombre cargan con la penitencia: son
de gran tamaño, probablemente de 30 a 40 centímetros de largo y que en algunas variantes podrían pesar poco más de kilo y medio.
garnachas, todo es parte de la cultura gastronómica de nuestro país
tienen gran arraigo en la región
Aquí se degustan las clásicas de milanesa, huevo, queso blanco o jamón; pero hay otras variantes más atrevidas en donde los sabores se mezclan con rebanadas de piña, tocino, chuleta, chorizo, en fin. Es uno de los sitios preferidos por transportistas, automovilistas u operadores del transporte público, pues además de que es un negocio abierto las 24 horas del día, se caracteriza por ofrecer un servicio rápido y preciso.
TLACOYOS Y PULQUE
Un poco fuera de la ciudad pero todavía en uno de los pueblos que conforman el Valle de Tulancingo, en Ventoquipa encontrarás un paraje de enlonados casi en donde termina el caudal principal del tradicional río de Santiago Tulantepec. De un lado, dos o tres tambos azules repletos de la bebida de los dioses, del agua de las verdes matas, de delicioso pulque extraído de los magueyes de la región.
Del otro, dos comales grandes y varias señoras que con boleado y aplanado de masa a mano, preparan decenas de tlacoyos azules y blancos, eso sí, bien rellenos con alberjón, papa o frijoles. Para acompañar, además de tu respectivo litro de
MÁS ALLÁ
“pulmón”, puedes coronar tus tlacoyos con un huevo duro y comértelos en una de las mesas, a pie de tu carro, o sentado en el pasto mientras miras las aguas que corren por el río.
de la barbacoa o los famosos guajolotes, en el municipio destacan otras variedades culinarias que reiteran que, en efecto, es un Pueblo con Sabor
En la calle 21 de Marzo, se venden tamales que tienen rellenos poco usuales, el más famoso es de camarón con queso
TACOS DE TRADICIÓN
Sí, sabemos que hablar de tacos siempre es un tema controversial porque cada persona tiene su lugar predilecto usualmente ligado a recuerdos de la infancia que brotan gracias a la memoria de nuestras papilas gustativas. Sin embargo, una taquería que por tradición no pasa desapercibida en la cultura tulancinguense es la de El Plateado, negocio familiar que por décadas se ha mantenido en la esquina de Juárez con Lázaro Cárdenas, en las calles aledañas al centro de la ciudad.
Con un servicio veloz, carne de primer nivel y bien servidos, quienes han comido aquí recomiendan los de sesos y los de suadero, así como las gringas y el pastor, cubiertos por supuesto con una cucharada de su salsita de mora.
Puedes encontrarlos ahí o en su otra sucursal frente a la colonia Jardines del Sur, sobre la avenida Tomás Alba Edison. En otras latitudes del municipio destaca también el sabor de El Plebeyo, donde además a tus tacos les acompañan rebanadas de aguacate; los Memo, que incluso ya llegaron a otras partes de la entidad; o Los Faroles, cuya tradición es innegable pero que según algunas personas, ya no gozan del sabor de antaño. Vaya usted y que cada paladar juzgue por su cuenta.