ATENCIÓN ESPECIAL
CDMX. En 2018, Mariana, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denunció ante el Tribunal Universitario ser víctima de violencia psicológica, económica y sexual por parte de su ahora ex pareja, quien también era alumno en esa facultad.
“Yo puse mi denuncia, porque en un ataque de celos mi ex novio rompió mi celular y me agredió afuera de mi casa. Caminé por un buen rato sin saber qué hacer y mis papas se dieron cuenta”, explicó la alumna a Organización Editorial Mexicana (OEM).
Debido a la violencia que vivía, los padres de la joven la impulsaron a denunciar a su presunto agresor.
En 2019 el Tribunal Universitario suspendió por un año al presunto agresor, pero en ese tiempo hostigó a Mariana.
“Él me decía: '¿si esto avanza qué vas hacer cuando me expulsen, vivirías bien sabiendo que me dejaste sin escuela?'. Sus amigos me decían que yo estaba loca y obsesionada por él, que inventaba los ataques de ansiedad y que sólo hacía berrinche”, recordó la estudiante.
En agosto de 2020, una vez cumplido el año de sanción, Mariana intentó ingresar otra denuncia, ahora para buscar la expulsión de su presunto agresor. En enero de 2021, las autoridades educativas aceptaron la denuncia, pero hasta mayo de 2022 el Tribunal expulsó al joven.
Entre 2019 y 2022, la UNAM recibió 257 denuncias por presuntos casos de violencia de género y todas las atendió, por ello expulsó a 81 alumnos y destituyó a dos docentes.
De acuerdo con el Portal de Transparencia Universitaria, de los 174 casos restantes, las autoridades suspendieron por un año a 65 alumnos, por seis meses a 70 y por 10 meses a uno.
Durante este periodo, las Facultades de Estudios Superiores (Fes) registraron más denuncias por casos de acoso sexual, agresiones físicas, violencia psicológica, intimidación y hasta violaciones cometidas por alumnos
Las Fes Aragón y Cuautitlán reportaron 19 denuncias, seguidas de las Fes Iztacala y Zaragoza con 11 cada una.
En tanto, los Colegios de Ciencias y
Del total de denuncias por violencia de género, ocho planteles, todos de nivel superior, acumulan 42.4 por ciento.
Humanidades con más acusaciones fueron los planteles Azcapotzalco y Oriente con siete cada uno, Naucalpan con seis y Sur con cinco.
En el caso de las preparatorias, el plantel 7, Ezequiel A. Chávez, tuvo cuatro casos; el 8, Miguel E. Schulz, y el 3, Justo
Sierra, tres cada uno. En cuanto a las facultades, Derecho reportó el mayor número de agresiones con 14, Ingeniería con 13, Filosofía y Letras 12, y Políticas y Sociales, 10.
El Portal de Transparencia Universitaria revela que de 2019 a 2022 subieron las
LA UNAM cuenta con un Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género con el cual abogados dan ayuda especializada
"Nos hemos enfrentado a universidades que tienen buenos protocolos, pero tienen comités, por ejemplo, con profesores hombres y no es que el ser hombre tenga algo de malo, pero hombres y personal que no tienen perspectiva de género”, señaló la funcionaria.
González de la Vega Hernández destacó la necesidad de un correcto acompañamiento para las víctimas, el cual debe ser con un cambio cultural y de corresponsabilidad con las comunidades estudiantiles.
La titular del Copred mencionó que las universidades no actúan con perspectiva de género, pues toman decisiones rápidas al correr a los agresores.
“Simplemente deshacen el problema en esa institución, pero el profesor o ese alumno necesita continuar con sus estudios o trabajando y va a ir a otro espacio, muy probablemente, a repetir estas prácticas”, advirtió.
De acuerdo con la funcionaria, las instituciones educativas tienen que generar medidas preventivas, capacitar al personal para no revictimizar a las denunciantes e impulsar la figura del "testigo proactivo" para evitar la discriminación.
En el caso de las escuelas sin una unidad de género, González de la Vega Hernández recomendó crearla, junto con la comunidad estudiantil, y que tenga autonomía del cuerpo docente para una atención adecuada a las víctimas.
“No es poner un parche dentro de la universidad o la escuela, sino generar un cambio cultural dentro para atender a las víctimas y no revictimizarlas”, aseguró.