La educación
Tanto se ha dicho sobre la educación que a veces pareciera ocioso seguir insistiendo. Pero hay que hacerlo, porque la historia nos demuestra que un pueblo sin educación está condenado al fracaso.
No es lugar común, ni discurso gastado. A lo largo de la historia universal queda demostrado que los pueblos sobresalientes de verdad, fueron los mejor educados, ejemplos hay muchos y no cabrían en este espacio. Griegos, Egipcios, Mayas…
A México le corresponde, ahora que comienza una nueva era, hacer un cambio a fondo en educación que permita darle la vuelta a lo que hasta ahora hemos visto. Dejar atrás los viejos sistemas de ¿enseñanza? en los que el maestro se paraba frente al grupo, hablaba durante una hora de lo mismo que a él le enseñaron y no permitía ni propiciaba la intervención del alumno, el cual queda hasta la fecha, reducido a un simple receptor de conceptos caducos.
En los próximos días, habrá una reunión de educadores en la cual expresarán sus conceptos, experiencias y propuestas, para hacer un cambio en cuestiones educativas encaminado al inicio de la transformación que permita en los próximos seis años, dejar la semilla de un nuevo mexicano libre de atávicos, sistemas que únicamente llevaron a varias generaciones a la perdición, a pensar que en esta vida lo más importante es hacer dinero.
¿Qué van a proponer los participantes? Eso habrá que verlo y discutirlo. De manera semejante habrá reuniones en todo el país con la participación de connotados académicos, de ahí la importancia de estos foros. En el de Aguascalientes se esperan más de trescientas ponencias de maestros del Instituto Tecnológico (ITA), la Universidad Autónoma (UAA) las universidades privadas, cuyos maestros viven la educación cotidianamente.
Participarán también maestros normalistas e incluso futuras profesoras, como es el caso de la Normal “Justo Sierra Méndez” de Cañada Honda, para que manifiesten sus posturas en una mesa de diálogo y no en las calles, a donde
las ha llevado la cerrazón de las autoridades.
Seguramente en los foros saldrán a relucir propuestas novedosas que serán puestas en práctica en el próximo gobierno, sin otra intención que no sea la de impulsar la generación de una mentalidad transformadora, donde lo fundamental sea poner por encima de todo el servicio a la nación y quede desterrada de nuestra realidad la corrupción.
Una generación basta para cambiar la mentalidad de nuestro pueblo y echar por tierra la falacia de que los mexicanos somos corruptos porque lo traemos en el ADN; eso nos quisieron inculcar los que se beneficiaron económicamente de la corrupción. Sonará ingenuo, pero vale la pena intentarlo, seríamos ejemplo mundial (no potencia, no son luchas) como un país educado, próspero y trabajador.
Seguramente habrá referencias a la educación personalizada de la que hablábamos la semana pasada, habrá también propuestas sobre la transformación y permanencia de las normales, sobre todo las rurales que han sobrevivido a duras penas y con episodios violentos, desapariciones y recortes presupuestales.
Hay que permanecer atentos a este evento nacional, que en Aguascalientes adquiere especial relevancia por ser nuestro entorno inmediato y que en todo México, abre la posibilidad de crear un sistema educativo a la altura de las circunstancias y necesidades; congruente, enfocado a resolver aspectos concretos y no seguir bordando en el vacío, como lo hemos hecho desde los tiempos del Tratado de Bucareli, mediante el cual Álvaro Obregón nos comprometió a ser un país atrasado en materia educativa, porque así convenía a los gringos.
Por supuesto habrá también los interesados en boicotear el intento, a ellos solamente les podemos pedir que si no van a colaborar, cuando menos que no estorben. México se los agradecerá o se los demandará.