Entra en una curva peligrosa
Madrid, España.- Con el riesgo de desviar la atención antes de una semana decisiva, con los cuartos de final de la Champions League, ante el Liverpool; el clásico frente al Barcelona y la imposibilidad de ceder puntos en la lucha por el título de la Liga española, el Real Madrid recibe a un Eibar necesitado, antes de la tormenta.
Y lo hace mientras digiere el malestar de perder nuevamente a Sergio Ramos tras un capítulo en el que el técnico Zinedine Zidane no ve culpables, pero que deja las peores consecuencias. No podrá contar con el defensor en un momento clave, tras acudir a la convocatoria de la Selección Española pese a que se perdió el último compromiso, contra el Celta de Vigo.
“Aquí nadie tiene la culpa; ni la Selección
Española ni el Real Madrid. Esto es futbol. Lamentablemente, a veces estas cosas pasan; muchas en esta temporada, y no sólo a nosotros, a muchos equipos”, indicó Zidane en la conferencia de prensa previa al partido de hoy.
La lesión muscular del capitán aumenta la plaga de lesiones que Zidane ha toreado, como ha podido, a lo largo de la temporada. En defensiva tampoco puede recuperar a Dani Carvajal y un problema muscular deja fuera de combate el volante Federico Valverde.
No está el panorama para forzar, por lo que todo apunta a la suplencia del también volante Toni Kroos, de cara a los próximos encuentros y por estar recién recuperado de molestias musculares que le hicieron abandonar la concentración de la Selección Alemana.
El receso por la Fecha FIFA de marzo no le vino bien al Real Madrid, que mantenía la racha de 10 partidos sin perder y tomaba vuelo en su objetivo de lograr títulos grandes. A seis puntos del Atlético de Madrid, ya no está permitido fallar y las derrotas en la Liga
española como local ante equipos del perfil del Eibar, como ocurrió ante Cádiz o Alavés, sirven de aviso a los Merengues.
Se perfila como novedad la presencia de Marco Asensio en el tridente ofensivo. No es titular desde el 7 de marzo, en el clásico contra el Atlético de Madrid.
Eibar afronta la primera de sus 10 finales que le quedan para evitar el descenso a la Segunda División y lo hace en el peor escenario, ante un rival al que nunca le ha ganado en la capital española. /