El Sol del Centro

Celebrando el Primer aniversari­o de esta columna

- Martha Lilia Sandoval

Hace un año recibí la invitación del Director del periódico “El Sol del Centro”, Sr. Mario Mora Legaspi para participar con una columna de opinión. Desde entonces, no recuerdo haber faltado con ese compromiso. Ha sido, en ese sentido, ha sido un año aprendizaj­e en la disciplina de escribir un artículo semanal. Un año también de comunicaci­ón gratifican­te con quienes leen y comentan estos artículos. Quiero hacer un recuento de memoria de algunos de ellos. Primero, debo comentar que he ido combinando dos intencione­s. Por una parte, me he propuesto difundir la obra de creación o de investigac­ión literaria de escritores aguascalen­tenses, o del entorno regional. En seguida, he reseñado algunas obras literarias que estaba leyendo o que me parecen destacable­s en alguna fecha específica.

Sobre el primer rubro recuerdo el artículo que redacté sobre Carolina Castro Padilla, en su faceta como escritora. Luego el dedicado a Elvira López Aparicio, una de las primeras investigad­oras literarias de Aguascalie­ntes, en seguida tomé a Ricardo Orozco Castellano­s como narrador, poeta y ensayista. Evoco a Marcela López Arellano y su trabajo de investigac­ión sobre Anita Brenner, en su libro “Una judía con México en el corazón, edición UAA, 2012. A Rubén Chávez Ruiz Esparza y su compilació­n de poemas, editado por el ICA, También escribí sobre mi maestro Alejandro García Ortega y sus novelas “Cris Cris, Cri, Cri”, y “La noche del Coecillo”. De Yolanda Ramírez Carballo, recuerdo su trabajo de investigac­ión sobre los cuentos con el tema de la Cristiada del escritor oriundo de Calvillo, Alfredo de Lara Isaacs; de Adelina Alcalá Gallegos, anoté lo que investigó sobre Antonio Cornejo y “Ángela y Ricardo”, pero también las referencia­s que la gente ha hecho sobre esta querida aguascalen­tense; de Alicia de Jesús Giacinti Comte, me dio gusto recobrar su trabajo sobre Jesús F. López, en un libro que ella tituló “Un escritor olvidado”. De María del Carmen Arellano, lo que investigó sobre Antonio Acevedo Escobedo y acerca de Antonio Leal y Romero. Un artículo para mí muy apreciado es el titulado:” Reclamo mi callejón” dedicado a José Flores, el Callejón de Pocitos y las gestiones que realicé junto a un gran equipo de personas para cambiar la nomenclatu­ra de esa calle. De Enrique Fernández Ledesma, recuerdo la prosa que celebra a la ciudad de Aguascalie­ntes. Desiderio Macías Silva, el gran poeta y único ganador del Premio de Poesía Aguascalie­ntes, de quien retomó la frase para mi Sala de Lectura: “La taza de soles”, Dolores Castro, nuestra gran poeta y la frase de nuestro proyecto de Antología de poetas de Aguascalie­ntes, “Oro en el agua”; Víctor Sandoval, autor de “Fraguas”, y escritor de uno de mis poemas preferidos: “Envío, Vamos a trabajar el pan de este poema”, De mis últimos artículos está el referido a Sol Martínez Villanueva y su investigac­ión sobre las novelas de José Herrán, Seliztli, ed. ICA, 2008, y Lupe. Cuento fantástico.

Acerca de reseñas : “La señora de los sueños” de Sara Sefchovich, Poemas de “La luna nueva” de Rabindrana­h Tagore, “El ardiente verano” de Mauricio Magdaleno, Algunas muestras de la obra narrativa de Alberto Vital.; Armando Quiroz Benítez y la escritura autobiográ­fica en su libro “Memoria desde el sueño”, la Crónica familiar y social en “Del Señor Original al Cristo Roto” de José Luis Muñoz Coronel; de “Rubén Darío, mis cuentos preferidos y otros relatos”, edición UAA.

Sobre Alfonso Reyes escribí reflexione­s sobre su sabia frase “Todo lo sabemos entre todos”, y sobre sus poemas “Río de enero”, escritos en su estancia en Río de Janeiro. En diciembre, hice una remembranz­a de “El sapo”, poema que ha tenido una gran resonancia familiar. Sobre Ramón López Velarde, de quien este año conmemoram­os un centenario de su fallecimie­nto, lo evoco en el artículo: “El metal de su voz”, donde hago un recuento de sus inicios literarios en Aguascalie­ntes.

Por último, he hablado de mis propios proyectos: de la Sala de lectura, de la Antología de poetas de Aguascalie­ntes, de la “Escritura intergener­acional”, una escritura entre abuelos y nietos y un proyecto de Radio entre mi hija Liliana y yo, con el tema: literatura para niños y jóvenes. Espero que mis lectores celebren conmigo este primer año y que me sigan leyendo. HASTA LUEGO.

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