Estancadas licencias para venta de alcohol
Desde hace varios meses, abarroteros se dirigieron a las autoridades correspondientes para solicitar dicho permiso
Este tipo de permisos permite revalorar el costo de las tiendas de abarrotes: Presidente de la Asociación de Abarroteros Unidos.
Sin respuesta por parte de las autoridades encargadas de otorgar los permisos respecto a la venta de bebidas embriagantes, que desde hace varios meses solicitaron a través de su presidente, los abarroteros de la entidad.
Lo anterior lo mencionó Gilberto López, presidente de la Asociación de Abarroteros Unidos, quien externó que el contar con licencias para la venta de bebidas embriagantes es un plus que adquiere el establecimiento, ya que el permiso propio aumenta el valor del negocio hasta por 30 mil pesos más del valor inicial.
Respecto a que desde hace unos meses solicitó dichos permisos a las autoridades correspondientes, dijo que no hay respuesta alguna, además, aseguró que están en un “estira y afloja”, ya que utiliza como argumento el que sólo apoyan a los extranjeros propietarios de las tiendas de conveniencia, a quienes aparentemente sin entorpecimientos les son otorgadas las licencias.
Señaló además que el traspaso de un establecimiento abarrotero, es considerado como la jubilación del propietario, el cual, en caso de contar con permiso propio para la venta de bebidas embriagantes, puede recibir hasta 30 mil pesos más de lo que tenía pensado.
Por otro lado, externó que en tiempos de elecciones, son los mismos funcionarios los que requieren del apoyo de la ciudadanía, la cual, a su vez, no olvida las promesas que les fueron realizadas y que por infinidad de pretextos no les cumplieron, como la apertura de una tienda de conveniencia en primera plana, lo cual, en meses atrás les habían garantizado que no se llevaría a cabo, sin embargo, dijo, “las palabras de las autoridades se las lleva el viento”.
Finalmente, el comerciante se dijo confiado en que habrá respuesta positiva por parte de los encargados de autorizar dichos permisos, los cuales, una vez que se tengan en la mano, se realizará un consenso con el gremio abarrotero para destinarlos a los establecimientos que así los requieran y necesiten.