Despiden en familia a Felipe de Edimburgo
El solemne funeral que cumplió la última voluntad del consorte de Isabel II dejó históricas imágenes de la dinastía real británica
Carlos caminó junto a su hermana Ana, con quien el duque tenía una relación muy cercana
Harry y William no estuvieron juntos durante el trayecto, entre ellos iba su primo Peter Phillips
personas ingresaron a la capilla de San Jorge, donde Isabel II permaneció a solas arribó en un Land Rover especialmente modificado y antes de ingresar a la capilla se guardó un minuto de silencio
Aunque millones de personas alrededor del mundo pudieron ver en directo el funeral del príncipe Felipe, cuyos restos yacen en el panteón real bajo la capilla de San Jorge, que se encuentra en el castillo de Windsor, fue una ceremonia íntima y en armonía familiar.
Una multitud de espectadores privilegiados a través de redes sociales o la televisión, pudieron ver el interior de la imponente capilla elegida, como cada detalle de la ceremonia por el propio duque de Edimburgo. Una breve toma de Isabel II al inicio de la ceremonia religiosa, la mostró abatida, con la cabeza baja, el rostro oculto por un sombrero y el cubrebocas que obligatoriamente usaron los 30 invitados al acto. La imagen de la desolación tras la pérdida de quien fue su consorte durante 73 años.
Fue una solemne ceremonia, realizada según la última voluntad del duque de Edimburgo, cuyo féretro se trasladó en un Land Rover verde militar diseñado siguiendo las instrucciones aportadas por el propio Felipe. El ingreso del féretro se acompañó por las notas de The last post, tema utilizado en los funerales militares británicos, a cargo de los cornetines de palacio, y Action stations, la señal que llama a los marineros a sus puestos, otro detalle solicitado por el royal, quien sirvió en la Armada Real durante la Segunda Guerra Mundial.
La ceremonia religiosa comenzó a las 15:00 horas tiempo local en San Jorge, la capilla gótica del siglo XV situada en el casi milenario castillo de Windsor, unos 50 kilómetros al oeste de Londres. Las condiciones actuales a causa de la pandemia, impidieron que los británicos se acercaran a esa pequeña localidad, pero las terrazas de sus pubs y otros sitios alrededor lucieron cubiertos de banderas británicas, y en las calles de Windsor, que estaban custodiadas por decenas de agentes de seguridad, transitaron muchas personas rindiendo honores al príncipe.
La ceremonia religiosa comenzó con un recuerdo en honor "a la lealtad para nuestra reina, su servicio a la nación, la valentía, fortaleza y fe" del fallecido duque de Edimburgo. "Nuestras vidas se han enriquecido por los desafíos que estableció, su ánimo, su amabilidad, su humor y su humanidad", expresó el decano de Windsor, quien ofició la ceremonia junto al arzobispo de Canterbury en la capilla, que fue abierta la última vez para el funeral de la madre del príncipe Felipe, Alicia de Battenberg en 1969.
Un coro de tres hombres y una mujer interpretó los cantos religiosos en un área apartada del cortejo, mientras las cámaras mostraban distintas tomas de los altísimos muros de la capilla rodeada de vitrales. Un gaitero avanzó por los pasillos hasta llegar a otra área en el interior, donde cuatro cornetines y cuatro trompetas tocaron a distancia del coro hacia el final de la ceremonia.
Una última imagen de Isabel II, aislada por las disposiciones sanitarias, quien fue la primera en abandonar la capilla, junto a los religiosos, puso fin a la transmisión desde el interior. Una vez terminada, las cámaras siguieron a la familia real; los hermanos Harry y William caminaron juntos y se les vio conversando amablemente, lo cual es relevante pues habían estado distanciados a raíz de la relación de Harry con Meghan Markle, que tuvo su punto más álgido cuando la pareja, que ya había renunciado a sus privilegios y obligaciones reales, dio una entrevista a Oprah Winfrey en la que hablaron negativamente de la familia real.
Eduardo, conde de Wessex, hijo menor de la reina Isabel II, o Carlos, príncipe de Gales, podrían suceder a Felipe en el cargo en unos años.
Cubierto con su espada, su gorra naval y su estandarte personal, el féretro del duque fue trasladado por portadores del Primer Batallón de Granaderos, de los que Felipe fue coronel durante 42 años, desde la capilla privada a otro salón del castillo.
Y aunque Harry no caminó junto a su hermano William, pues entre ambos estuvo su primo Peter Phillips, las imágenes de los hijos de Carlos y Diana hablando al final de la ceremonia también le dieron la vuelta al mundo.
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