Los demasiados arranques
INICIARON DE MADRUGADA
Como si la carrera electoral fuera un sprint, varios de los candidatos a la alcaldía capitalina iniciaron desde el primer minuto del 19 de abril con actos proselitistas multitudinarios; no es ninguna novedad, desde hace tiempo, los estrategas del marketing político consideran necesario mandar la imagen de un candidato madrugador, proactivo, trabajador. En realidad, son actos en su mayoría resultan infructíferos: asisten casi en su totalidad exclusivamente las bases de los candidatos y partidos, personas que tienen bien definidas sus simpatías partidistas, por lo que no son mítines que abonen a la popularidad de los abanderados; además, son tantos los inicios de campaña que se realizan de manera simultánea, que la sustancia de diluye ante la profusión: los mensajes no sueles llegar a los oídos de los destinatarios.
UNA CUESTIÓN VELOCISTA
Ciertamente, hace tiempo que las campañas dejaron de ser un maratón, ahora se asemejan más a una carrera de medio fondo, donde la rapidez y la resistencia son igual de importantes. Un candidato a la alcaldía capitalina tiene menos de seis semanas para recorrer más de 600 colonias y 500 comunidades rurales –según datos el Censo 2020–. La tarea ciertamente es titánica, cada minuto cuenta, deben mantener un trote sostenido; pero la precocidad no debe confundirse con la prontitud, y esta a su vez no debe considerarse como un sinónimo de eficiencia; los partidos políticos están sumidos en una profunda crisis de descrédito, de la cual, difícilmente podrán despojarse mediante artificios propagandísticos, por ello, es importante que además de la estampida inicial que ya se hace por instinto, dominen una técnica que les permita llegar a la meta.
EL EJEMPLO JAMAIQUINO
Usain Bolt, el velocista por excelencia de este siglo, tenía un estilo particular: solía arrancar más lento que el resto de los corredores, pero después de los primeros 10 metros, alzaba la cabeza, aceleraba, rebasaba y solía cruzar la meta sonriente, por delante del resto. Por unas campañas que sean de interés popular, sería sano que los candidatos ofrezcan algo más sustancial que unos arranques de campaña coloridos –hechos en exclusiva para la fotografía–, algo de largo aliento; una parte de la ciudadanía está deseosa de propuestas que resuelvan las problemáticas que correspondan a la esfera municipal, los datos ahí están: quejas por el mal estado de las vialidades, deficiencias en el suministro del servicio de agua potable, un reforzamiento en materia de seguridad pública para prevenir los delitos del fuero común. Son algunas de las temáticas que se repiten con mayor frecuencia en los sondeos de percepción ciudadana, solo el tiempo dirá si los aspirantes a la alcaldía capitalina se comportan a la altura.
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