PRELIMINAR
se utiliza para eliminar malezas en los cultivos
probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer” y que diversos países han prohibido su uso.
El 22 de febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia matutina que el glifosato, “si se usa de manera indiscriminada, daña la salud” y por ello se limitó su uso. Por ello, invitó a las empresas a invertir recursos en investigación para “ver qué agroquímico es menos perjudicial, dañino o qué opciones hay con otras sustancias no químicas, no dañinas, naturales”.
Dijo que otra alternativa es contratar a jornaleros agrícolas para que corten la maleza con machete. “No descartar el machete y la tarpala, y dar trabajo a la gente, o sea, hacerlo manual. Van a decir:
LA SEMANA pasada, un juez otorgó a Bayer un amparo provisional contra el decreto presidencial de diciembre
‘No, nos costaría muchísimo más’. Hay que analizar todas las opciones”.
El decreto instruye al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a coordinar y apoyar investigaciones para buscar alternativas al glifosato.
Manuel Bravo aseguró que el impacto que puede tener la falta de uso del glifosato en el campo mexicano es que la producción caiga entre 30 y 40 por ciento, o bien, se incrementen los costos y disminuya la rentabilidad de los productores y hasta generar pérdidas.
Bravo aseguró que en el mundo existen alrededor de 800 estudios de agencias internacionales de salud y protección al ambiente en 120 países que señalan que el uso del agroquímico es seguro.
“El último estudio fue hecho por el Instituto Alemán de Evaluación de Riesgos, que revisó más de tres mil estudios científicos (públicos y privados) antes de llegar a su conclusión y fue contundente. La conclusión es que utilizando el producto con las recomendaciones de la etiqueta su uso no representa ningún riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente”.
Sobre el impacto de la prohibición del glifosato, el ejecutivo de Bayer calculó que sería manejable financieramente al representar entre dos o tres por ciento de las ventas de todo su portafolio. Mencionó que la empresa tiene el compromiso de seguir buscando opciones, pero mientras no existan opciones será desventajoso para los agricultores y para la producción de alimentos. “Esa es la postura que hemos estado manejando con la Secretaría y las asociaciones para que el puente se cierre entre lo nuevo y lo actual y no dejemos una brecha en tiempos”.
El directivo de Bayer dice que han tenido acercamientos con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para buscar alternativas, pero es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la que ha puesto trabas.
“Probablemente, el obstáculo más grande ha sido más de lado de Semarnat (...) dicen que más vale el principio precautorio”, mencionó el directivo.
El viernes, organizaciones integrantes de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País protestaron por el amparo provisional otorgado a Bayer y pidieron al juez rectificar su decisión.
En junio del año pasado, Bayer acordó pagar nueve mil 600 millones de dólares a cerca de 100 mil demandantes en Estados Unidos, quienes acusaron que el glifosato marca Roundup les causó cáncer.