No intervienen en La Escuela es Nuestra
Para el programa “La Escuela es Nuestra” se ha vuelto prioridad la observación de los padres, pues ellos son quienes en realidad saben las necesidades de sus pequeños en las escuelas, por tanto, son los encargados de llevar a un buen destino, el monto de apoyo asignado en la escuela de sus hijos.
Es decir, el mencionado programa federal ya no llega a las escuelas o institutos, para que se hagan cargo; sino a padres de familia, para que ellos elijan en qué se usarán, sobre qué necesitan los niños y con sus proveedores de confianza, es decir, maestros y directores no podrán incorporarse o sugerir en lo absoluto.
A partir del día 10 de enero se empeza
Comenzó la entrega de tarjetas, misma que debe quedar a cargo de los padres de familia
ron a dispersar los 35 millones de pesos para beneficiar de manera directa a los alumnos, por parte del gobierno federal, aseguró Silvia Licón, encargada de despacho de la Delegación de la Secretaría del Bienestar “vamos a seguir trabajando arduamente”, acotó.
Fueron beneficiadas 134 escuelas, sobre todo las de alto grado de marginación, comunidades con alto rezago, el monto entregado según sus condiciones ha sido de 200, 300 y 600 mil pesos.
Licón Dávila agregó “aún aquí en la ciudad hay escuelas a las que se les dotó la cantidad de 600 mil pesos para que los inviertan en infraestructura, este programa está operado por padres de familia, debe ser una mujer la tesorera, a la cual se le entrega una tarjeta y ella con un comité de padres de familia deciden en qué van a invertir el recurso que se les asignó”, según lo que le hace falta a la escuela y le destinarán el dinero consignado.