Consejeros por sorteo El inicio
del periodo ordinario de sesiones del Congreso se da en un entorno absurdamente polarizado que prioriza los caprichos del poder presidencial y deja de lado el desahogo de asuntos relevantes. Discutir dos días si fue o no correcto impedir el acceso de una escolta armada al recinto legislativo es secundario frente a temas como el Plan B o acatar la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para corregir las deficiencias del procedimiento para la designación de las y los consejeros electorales que cubrirán las vacantes en abril próximo.
de mayor relevancia estará en la integración del comité técnico donde ya la presidenta de la CNDH colocó a una persona claramente vinculada al oficialismo y tuvo que recular. Ahí está el punto de mayor tensión, si el comité se integra con personas de claras convicciones democráticas, que respeten la ley, la composición de las quintetas será imparcial, si por el contrario, son afines al gobierno y a su partido, las quintetas se integrarán con perfiles identificadas con la 4T.
Los plazos se acortan mientras las elecciones de Coahuila y Estado de México avanzan y los presidenciables morenistas continúan en campañas adelantadas. Sus comparecencias ante las fracciones parlamentarias de su partido fueron ideales para refrendar incondicionalidad ante el gran elector. El secretario de Gobernación asistió como aspirante, pero también como responsable de la política interior y en un hecho inusual, de manera pública, pidió a sus diputados que la elección de las y los cuatro consejeros del INE se dé por sorteo.
Siendo inédito, el hecho no es menor, porque si algo debiese cuidar el secretario del interior es la observancia del Estado de derecho, predicando con el ejemplo. Entre los poderes públicos existe un principio de división de atribuciones siendo autónomos entre sí; en este caso, no importaron las diferencias competenciales, les dijo que la elección debe ser por sorteo y más allá de que es una posibilidad prevista en la Carta Magna y de que el sorteo podría ser en el pleno de la propia Cámara, igual está la hipótesis legal para que la insaculación se realice en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ambas son posibilidades extremas cuando el consenso ya no fue posible.
“No vamos a suplicar la construcción de una artificial mayoría constitucional…”, fueron las palabras que utilizó el secretario para transmitir la postura del gobierno en uno de los temas cruciales para la integración de los organismos
El punto
electorales que resultan absolutamente incómodos para el régimen. De sus expresiones, subyace la negación a buscar acuerdos parlamentarios y el reconocimiento expreso a la imposibilidad de la aplanadora morenista para imponer perfiles afines.
Volvemos al origen. El punto de mayor relevancia estará en la integración del comité técnico donde ya la presidenta de la CNDH colocó a una persona claramente vinculada al oficialismo y tuvo que recular. Ahí está el punto de mayor tensión, si el comité se integra con personas de claras convicciones democráticas, que respeten la ley, la composición de las quintetas será imparcial, si por el contrario, son afines al gobierno y a su partido, las quintetas se integrarán con perfiles identificadas con la Cuarta Transformación. Urge supervisar la integración de dicho comité y que la ciudadanía ejerza la vigilancia necesaria.
Por más que los morenistas prediquen lo contrario, los peligros que se ciernen sobre nuestra democracia son reales e inminentes y se encarnan en la regresiva reforma electoral de López Obrador que está por concretarse y que, una vez que se apruebe en el Senado y se publique, entrará a la fase impugnativa dejando el peso de la responsabilidad en la Corte y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero los peligros igual están en los riesgos que hoy implica el procedimiento de elección de los consejeros electorales. Si el oficialismo alcanza sus objetivos en ambos temas, los efectos serán devastadores para México.