El Sol del Centro

La riqueza del Golfo de Ulloa El Golfo

de Ulloa se ubica en la costa occidental del estado de Baja California Sur (BCS) entre Punta Abreojos y Cabo San Lázaro. Es considerad­o como uno de los centros de actividad biológica” que son aquéllos que tienen una alta biodiversi­dad y, por lo tanto, alt

- Ambientali­sta

Entre las especies de interés para la conservaci­ón que se encuentran en la zona hay mamíferos y tortugas marinas. Es un área de pescadores ribereños que se dedican a la pesca de especies tales como los tiburones, las rayas, diversos peces pelágicos, así como caracoles, almejas, abulones, calamares, cangrejos, jaibas, langostas y camarones.

En BCS, las comunidade­s ribereñas siempre están preocupado­s por la pesca ilegal y por la pesca industrial de los estados vecinos; sin embargo, se enfrentan desde hace unos años a la amenaza de la minería submarina. La actividad minera submarina implica una serie de impactos en los ecosistema­s marinos. Además, afectaría en especial en la pesca ribereña, que es la actividad económica más antigua de la zona, y también al turismo sustentabl­e que se practica desde décadas en el lugar y con mucha fuerza en los últimos años.

En octubre de 2012 los pescadores ribereños empezaron a ver una embarcació­n a lo lejos, y la monitorear­on porque no tenían claro si era una embarcació­n de pesca ilegal. Para el 2013 empezaron a varar diversos mamíferos y tortugas marinas en las playas. En una primera instancia, se acusó a la pesca ribereña; sin embargo, se logró demostrar que no hubo ninguna relación directa con esta actividad y se puso sobre la mesa la idea de que se hacían exploracio­nes oceánicas y la mortandad de la fauna marina era una consecuenc­ia directa. La autoridad culpó a los pescadores de contribuir a la muerte de especies y no actuó en investigar a fondo.

En 2014 se realizó una reunión pública, con una asistencia estimada de alrededor de 500 personas y donde se presentaro­n 30 ponencias, de las cuales 28 fueron en contra de la minería submarina. Demandaban el desarrollo de la manifestac­ión de impacto ambiental (MIA) correspond­iente y que se hiciera pública.

El método propuesto para realizar la minería submarina en el Golfo de Ulloa es el dragado. Con este método se espera explotar siete millones de toneladas de arena fosfática al año en una extensión de 91 mil hectáreas, donde el barco draga trabajaría 24 horas al día por 50 años. Esto se traduce en 20 mil toneladas diarias y al hacer una valoración de la técnica contemplad­a por el periodo de tiempo estimado, las afectacion­es ecosistémi­cas serían de gran magnitud.

Otro problema ambiental asociado a la minería submarina es el uso de agua dulce para limpiar las arenas fosfáticas negras. Esto, debido a que el agua lixiviada se desecharía al mar, aunado a la contaminac­ión que se genera por la derrama de combustibl­es y los desechos orgánicos. Estas actividade­s obligan a una MIA rigurosa

El método

propuesto para realizar la minería submarina en el Golfo de Ulloa es el dragado. Con este método se espera explotar siete millones de toneladas de arena fosfática al año.

que identifiqu­e las verdaderas afectacion­es a lo largo de la pluma de dispersión de los sedimentos.

La afectación resultante por la recolecció­n de las arenas fosfáticas va a impactar de manera directa la fotosíntes­is marina ya que el fosfato generará una marea roja que impactará a todos los organismos vivos.

Nuestro país cuenta con alrededor de 50 especies de mamíferos marinos de las cuales 35 están en el fondo de Ulloa, como la ballena gris, tan emblemátic­a de la zona y declarada como especie paraguas. Lamentable­mente, además de las afectacion­es que enfrentará­n, se debe de contemplar la magnitud del ruido generado durante la operación. Las tortugas marinas, el abulón, la langosta y el camarón así como las especies de fondo, las pelágicas, los tiburones y las rayas, serán afectadas sin duda.

El deterioro esperado del ecosistema del Golfo de Ulloa se traducirá en un ecocidio, que afectará no sólo a las actuales generacion­es sino a las futuras también. La minería de aguas profundas o minería submarina sí tiene impactos importante­s, no únicamente en los fondos marinos. Si bien la demanda por metales estratégic­os de alta demanda hoy en día como cobalto, níquel, manganeso, nódulos polimetáli­cos, etc., es creciente para la modernizac­ión y necesaria para las energías renovables, lleva a que las empresas mineras aumenten las solicitude­s para obtener concesione­s. Pero lamentable­mente, los métodos de explotació­n son muy agresivos para el medio ambiente y ponen en riesgo a los ecosistema­s marinos en su conjunto.

La valoración económica de la vida marina frente a la minería submarina, nos lleva a concluir que esta actividad constituye una de las mas fuertes amenazas para los ecosistema­s marinos del planeta. Por lo que correspond­e a México, la autoridad ambiental debe de anteponer el cuidado ambiental frente a los impactos negativos resultante­s en el Golfo de Ulloa si se llega a autorizar este tipo de minería. La riqueza marina de Baja California Sur merece ser cuidada por el bien de la humanidad.

No podemos poner en riesgo al Golfo de Ulloa y perder uno de los lugares biodiverso­s más importante­s del país y del planeta. Sobre todo ahora que nuestro país reconfirmó el compromiso de cuidar el 30 por ciento de los mares para el 2030.

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