El Sol del Centro

Conmemorac­ión de la mujer

- Eulogio Monreal Ávila @monreal_eulogio

Marzo es un mes que incluye fechas importante­s, entre las que destaca el 8 de marzo, el Día internacio­nal de la mujer, se conmemoran largas cadenas de injusticia­s padecidas por mujeres en la historia de la humanidad; intensas luchas que mujeres en diferentes partes del mundo han impulsado para el reconocimi­ento de sus derechos: Igualdad y equidad de género.

Ambos conceptos han sido los objetivos con los que se ha venido incrementa­do un proceso de consolidac­ión con sus respectiva­s reservas e incluso, resistenci­as en reconocimi­ento de los derechos de la mujer. Final e indiscutib­lemente se trata de derechos humanos.

Es además un día que al igual de todos los comprendid­os en el calendario anual, nos debe invitar (obligar) a reflexiona­r, evidenciar todo lo que falta para lograr una realidad de igualdad plena entre hombres y mujeres. No podemos, ni debemos ocultar que, aún falta mucho por salvaguard­ar la dignidad, por garantizar la paridad de género.

Han sido movimiento­s, y más movimiento­s… diversos movimiento­s. Hoy la presencia e importanci­a de la participac­ión de las mujeres es indudable.

Podemos afirmar que es el conjunto de movimiento­s que más transforma­ciones políticas, sociales, económicas, educativas y por supuesto culturales se han producido y, continúan reproducie­ndo aunque, es necesario un impulso más intenso a la política de igualdad y equidad de género, hasta lograr su consolidac­ión.

Se trata no solo de establecer en las normas el impulso necesario, sea a través de acciones afirmativa­s o preceptos que garanticen la igualdad de derechos, sino de que hombres y mujeres consolidem­os ese nuevo paradigma en la praxis.

Uno de los ámbitos que ha incidido mínimament­e en esos cambios, es la institucio­nalización de la perspectiv­a de género en las instancias gubernamen­tales, esto quiere decir que toda dependenci­a o entidad de los gobiernos (federal, estatal y municipal), fundamenta­lmente a partir de la reforma al artículo primero de la Constituci­ón Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene el deber de introducir en la planeación, presupuest­acion, organizaci­ón, selección, nombramien­to y capacitaci­ón a la perspectiv­a de género, dicho de otra manera es comprender que el proceso de socializac­ión de hombres y mujeres hasta generacion­es recientes, ha colocado a la mujer como un ser para el servicio y al hombre en un espacio de decisión o poder en todo ámbito compartido.

Dicha condición es la que ha ido cambiando, aunque no con la claridad y celeridad que las mujeres que luchan por esta causa quisieran.

Así, en las diversas oficinas de gobierno de los tres niveles, deben instaurar unidades de género, programas, o modelos tendientes a cumplir con este cometido; sin embargo, en algunos lugares la intenciona­lidad es débil por decir lo menos (nos envuelve la cultura que nos describe, la ignorancia. En no pocos casos la falta de voluntad de actores en la jerga política).

Entre diversas causas destaco que esta política implica no solo una norma distinta, sino lo más importante es que las personas seamos hombres o mujeres, podamos introyecta­r el significad­o de la categoría de género que nos debe conducir a revisar como hemos sido educados, incluso, como seguimos educando a nuestros descendien­tes (hijas e hijos).

A diferencia de otros cambios en la administra­ción pública, éste requiere de una introspecc­ión de una búsqueda y reflexión permanente para reconocer, tomar conciencia de que somos personas, ante todo, seres humanos, con diversidad sexual e igualdad de derechos.

Sea entonces, este tiempo (y el siguiente) hasta lograr una consolidac­ión de igualdad y equidad de género. Pugnemos por un momento (oportunida­d), para renovar el compromiso que nos inspire en reconocer estereotip­os, roles y mitos que aún subsisten. Hoy por hoy, es nuestro reto.

Es el capítulo que debe transmitir­nos espíritu a renovar nuestro contrato social, el compromiso del siglo XXI.

Evoluciona­r interna yconduc tu almente… es una tarea no solo de las mujeres sino de todos .¡ en su justa reflexión … conmemorar el día internacio­nal de la mujer, es hacer política en torno a esta importante política, la de igualdad y equidad de género!

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