EL CASTIGO A LAS CORRUPTELAS SE VA A DAR
IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL
Irma Eréndira Sandoval, designada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador como titular de la Secretaría de la Función Pública, aclara en entrevista que no habrá una cacería de brujas al iniciar el gobierno, menos desde su posición de poder. Pero el castigo a las corruptelas, a los crímenes incluso, se dará. Asegura que llegará a cerrar expedientes y se hará justicia, a secas. “La gente lo que quiere es justicia, y justicia sí va a tener”, adelanta.
No habrá una cacería de brujas, asegura Irma Eréndira Sandoval. Le volvemos a preguntar, y la futura titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP) se contiene nuevamente, no estalla, mide sus palabras. “No, ése es un muy mal concepto, no es el caso, de hecho no es para nada la instrucción, o sea, Andrés Manuel López Obrador lo ha dicho en todas las ocasiones, él está por un momento de reconciliación”. No habrá cacería de brujas, reitera la próxima funcionaria de la SFP.
“Sí vamos a tener la responsabilidad de cerrar los expedientes, de que no haya impunidad en ningún sentido, o sea, el clamor de la sociedad del castigo a las irresponsabilidades, a las corruptelas, a los crímenes inclusive, eso se va a dar. De eso no hay duda”. Insistimos: ¿No habrá cacería de brujas? “De ahí a estar buscando charales, chivos expiatorios, o cuestiones simplemente para dar gusto a las exigencias vanas, no. Queremos verdadera justicia y verdadera transición política, no escándalos”.
Le decimos que la gente pide un escándalo, un castigo fuerte, sangre como decimos en las calles.
“No”, dice Irma Eréndira Sandoval. “La gente no pide nunca escándalos, algunos medios dan escándalos, promueven escándalos, pero, la gente lo que quiere es justicia, y justicia sí va a tener. Justicia y rendición de cuentas”.
La gente, explica, lo que quiere es paz, y una nueva ética.
Irma Eréndira Sandoval proviene de la academia. Se formó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estudió Economía y Sociología simultáneamente. Esas dos disciplinas la llevan a fundir ambas formaciones en el análisis más estructural de los fenómenos sociales. El fenómeno que le más le agobia es la corrupción: “Es el clamor nacional su combate”, dice. “Y su castigo”.
Considera que la SFP siempre ha sido más para perfiles más políticos que académicos. “Yo no recuerdo algún otro secretario de la Función Pública, propiamente emergido de la academia. Generalmente vienen de otros cargos públicos, políticos, muy respetables también, pero que evidentemente los hacen, este, pues sí, partícipes de toda una dinámica de búsqueda política”.
Destaca durante la charla que el nuevo gobierno ha logrado involucrar a los académicos en la toma de decisiones, también a los intelectuales, a los críticos y a las personas especializadas en el tema para generar un debate informado y la población logre contrastar los datos.
“El gobierno entrante, el gobierno del licenciado Andrés Manuel López Obrador, es el primero en la época moderna que va realmente a nutrirse de la intelectualidad, los académicos, y los que han sido más claramente generadores de ideas críticas en los problemas sociales”.
Es un nuevo momento, en donde las teorías se volverán práctica. Más que decisiones políticas, se experimentará con esas ideas e hipótesis que hablan de bienestar generalizado.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador abre posibilidades para que evidentemente relancemos esta relación sana, virtuosa y en función de la historia, en función del bien público, que es las universidades y la política”.
Platíquenos de la transición, del trabajo que han realizado con Arely Gómez y cómo los han recibido. ¿Toda la información se las han entregado?
No… no se acaba todavía esto, son dos meses, los equipos han estado trabajando, pero esperemos que llegado el momento sí haya posibilidades de tener un diagnóstico más oportuno. Al momento este punto está incompleto.
¿Qué sorpresas se han llevado? La percepción es que la Secretaría de la Función Pública frena un poco el llegar a fondo de asuntos de corrupción que están a la vista de la gente.
Sí, yo desde la academia, una vez más, he estudiado mucho comparativamente la Función Pública como institución, respecto a la Auditoría Superior de la Federación. Y pues yo creo que la Auditoría Superior de la Federación socialmente ha sido más reconocida por llegar a fondo, por digamos la independencia que como poder, el poder Legislativo ha tenido durante estas últimas décadas. Hubo un tiempo muy largo, muy oscuro me parece en términos de opacidad, en donde el poder Legislativo no tenía esa diversidad, esa pluralidad y esa independencia finalmente entre poderes, y ese sello de verdadero poder independiente frente al poder de poderes que es el Ejecutivo, le dio ese cariz de poder reflejar en su institución máxima de fiscalización, que es la Auditoría Superior de la Federación, esas posibilidades de llegar a las raíces en las investigaciones. Lamentablemente, la Secretaría de la Función Pública, pues ha estado más subordinada, efectivamente, al poder Ejecutivo y a la directriz que ha bajado así.
Esa es una percepción que tenemos en todas partes…
Pero yo sí quiero clarificar que el presidente López Obrador trae una posición muy diferente. El respaldo absoluto a, una confianza, a que una servidora y mi equipo, y digamos los contralores, los titulares de Órganos Internos de Control que tendremos caminando al lado nuestro van a tener total respaldo e independencia para llegar a fondo en las investigaciones…
¿Cómo podrá notarse ese cambio?
Pues mira, yo te diría que se puede notar en tres aspectos. El primero, en que ahora nuestros Órganos Internos de Control, los titulares de los Órganos Internos de Control, no van a depender de los titulares de ramo. Antes había una clara cercanía, incluso hasta colusión diría yo, de los titulares de cada una de las secretarías de Estado y de cada una de las dependencias e instancias a supervisar…
Y de los empresarios…
Eh, sí, pero en términos de nuestra obligación de supervisar al gobierno, al mandatario, al representante del Poder Ejecutivo, no había esa situación, era una especie de juez y parte. Ahora va a haber una reconfiguración desde la propia Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para que los titulares de los OIC dependan no solo jerárquica, y organizacionalmente, sino también presupuestalmente.
“Como ciudadana y analista, no quisiera que se hiciera el aeropuerto en Texcoco”