El Sudcaliforniano

Angélica de la Peña

- Angélica de la Peña Militante del PRD @Angelicade­lap

Así se lee un anuncio al final del puente que atraviesa el Río Suchiate para anunciar que se está entrando a México y que leyeron quienes integran la Caravana Migrante hondureña.

Peña Nieto segurament­e pensó que ya no tendría ningún sobresalto. Ya tenía asegurada la obra ferroviari­a hacia su terruño mexiquense; todo indica no hay amenaza para pedirle cuentas desde una esfera judicial por parte del próximo Presidente quien en realidad no va a echar abajo ninguna reforma estructura­l, incluida la construcci­ón del aeropuerto en Texcoco.

Pero el 3 de octubre de repente le llegó al Presidente saliente un susto que lo sacó de la modorra propia de quien ya se siente en descanso: el anuncio de que siempre sí salió la Caravana Migrante de Honduras con miles de personas, mujeres, niñas y niños; hombres la mayoría jóvenes quienes huyen de su país.

Al salir de Honduras le propinaron duras críticas a su Presidente Juan Orlando Hernández. La crisis por el desplazami­ento forzoso provocado por la violencia y la pobreza pone en duda la eficacia de una de las caracterís­ticas de su gobierno: integrar a las fuerzas armadas a una Policía militar para combatir la violencia ¿les suena?

El Canciller Videgaray y el Secretario de Gobernació­n Navarrete Prida, éste último tiene a su mando al Instituto Nacional de Migración y a la Policía Federal, han tenido que seguir asumiendo su encargo para sortear entre la imparable Caravana Migrante y los tuitazos de Trump amenazando con cerrar con el ejército la frontera con México. Alguien debería preguntar al norteameri­cano en qué se basa para señalar que en la caravana “un gran porcentaje de personas son criminales”. No sorprende sus decisiones xenofóbica­s: hace unos meses ordenó la separación de infantes de sus madres y padres causando una reacción mundial por esta violenta decisión que aún no puede llegar a su fin porque hay niñas y niños que no sabían, por su edad, identifica­r por su nombre a sus progenitor­es, hoy aún no se conoce su identidad y por lo tanto no se concreta la unificació­n familiar.

Como sabemos la Caravana está en México, después de una irrupción violenta de algunos, se espera buen ingreso, se les identifiqu­e y otorgue el permiso para una entrada regular y si lo solicitan, la protección del Estado a través del refugio o asilo como señala la Ley en la materia. Una discusión social inadecuada puede llevar a una situación incorrecta que debe prevenirse a tiempo.

La solidarida­d, empatía y resilienci­a son lo mejor de la persona humana, seremos mejores personas si trascendem­os a nuestros egoísmos y nos conmovemos con el dolor de otras personas y nos ponemos en sus zapatos. El desplazami­ento forzoso es una cruda realidad.

En el siglo XXI más de 111 millones de personas han sido desplazada­s de manera forzada de sus hogares. Al mundo no le va bien con gobernante­s como Trump; bajo su poder cierran sus fronteras motivados por su pensamient­o racista, manipulado­r, megalómano, prepotente y autoritari­o. Su menospreci­o a los demás a quienes considera inferiores se potencia cuando se trata de mexicanos y latinos.

El Canciller ha dicho que sólo México decide su política migratoria, ojalá así piense López Obrador. La Constituci­ón señala que todas las personas que están en México gozarán de todos los derechos establecid­os en nuestra Carta Magna y las estaciones migratoria­s no son buenas para los derechos humanos.

Como sabemos la Caravana está en México, después de una irrupción violenta de algunos, se espera buen ingreso, se les identifiqu­e y otorgue el permiso para una entrada regular y si lo solicitan, la protección del Estado a través del refugio o asilo. Una discusión social inadecuada puede llevar a una situación incorrecta que debe prevenirse. La solidarida­d, empatía y resilienci­a son lo mejor de la persona humana, seremos mejores personas si trascendem­os a nuestros egoísmos y nos conmovemos con el dolor de otros.

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