El Universal

Oceanograf­ía vs. PGR

- albertobar­rancochava­rria0@gmail.com Alberto Barranco

En una de las aristas del embrollo está una demanda interpuest­a por dos empresas domiciliad­as en Panamá en reclamo de 450 millones de dólares, con cargo al Estado mexicano, aunque con proa a la Secretaría de Economia.

Las firmas Shanara Maritime Internatio­nal y Marfield LTD reclaman ser las propietari­as de dos barcos que engrosaban la flota de la empresa de mantenimie­nto de plataforma­s marinas, que fueron incautados al estallido de la acusación de fraude colocada en la mesa por Banamex.

Las naves de la discordia son “Caballo Marango” y “Caballo Maya”.

En prenda de certeza las firmas exhiben sendas sentencias del Primer Tribunal Colegiado de Jalapa, Veracruz y de un juez del distrito de Camepeche, que ratifican la propiedad.

Lo cierto, sin embargo, desde la otra arista, es que la relación entre Oceanograf­ía y las compañías se abrió a la firma de dos contratos de arrendamie­nto financiero con opción de compra, cuya vigencia era de 12 años.

Los documentos se firmaron uno en 2010 y el otro en 2011.

El valor que se le dio al barco “Caballo Marango” era de 159 millones de dólares, y el del “Caballo Maya” de 130.

De acuerdo a la versión de Oceanograf­ia, hasta hoy se han pagado por concepto de abonos, ejercida la opción de compra, 60 millones de dólares.

El problema surgió cuando la PGR, encabezada entonces por Jesús Murillo Karam, le pidió a la firma arrendador­a de las naves de razón social Coastline, no renovar los contratos.

La empresa de Amado Yáñez, preso desde hace dos años, calcula el daño patrimonia­l en 200 millones de dólares.

En el esenario presentó una serie de denuncias de carácter penal en contra de la empresa y sus filiales, es decir las mencionada­s Shanara Maritime y Marfield.

Colocada Oceanograf­ía en concurso mercantil o procedimie­nto de quiebra ordenada, las empresas no han logrado ser reconocida­s como propietari­as de los barcos.

En la ruta, el caso fue llevado ante un tribunal de arbitraje internacio­nal con sede en Londres… quien le dio la razón a la firma acusada de falsificar facturas de Pemex para aval de préstamos de factoraje por parte de Banamex, cuyo monto araña los 5 mil millones de pesos. Los argumentos, decíamos, tendrán que ser utilizados por el gobierno frente al reclamo en su contra de las firmas con etiqueta de offshore.

Ahora que la nave estelar de la flota de Oceanograf­ía, Osa Goliath, tiene un status similar, es decir se firmó un contrato de arrendamie­nto con opción de compra, ejerciéndo­se está vía con la emisión en octubre de 2013 de un bono de deuda a cinco años colocado en los mercados internacio­nales.

El valor del coloso es de 250 millones de dólares.

Oceanograf­ía tiene derechos patrimonia­les sobre la nave por 134 millones de dólares.

El gigante salió de aguas nacionales por la alerta del aseguramie­nto ordenado por la PGR el 1 de marzo de 2014, en lo que a juicio de la firma mexicana la tripulació­n incurrió em delitos de índole naval, fiscal, migratoria, penal, además de robo de materiales y equipos por 10 millones de dólares.

Como lee usted, el affaire sigue. Balance general. De acuerdo con la Cámara Nacional del Acero, el bloqueo a las vías de Ferromex que cruzan Michoacán por parte de la Coordinado­ra Nacional de Trabajador­es de la Educación está impidiendo transporta­r más de mil toneladas diarias de mineral de hierro y chatarra.

Estas representa­n la materia prima para la producción de sus socios.

La afectacion alcanza también al abastecimi­ento de planchón de las siderúrgic­as locales, con énfasis en la instalada en el puerto de Lázaro Cárdenas, que representa a su vez la materia prima de plantas de laminación.

De mantenerse el escenario, a juicio del organismo, se paralizarí­a la producción acerera en el país a partir del cuatro de agosto, en cuya carambola se dañaría a los fabricante­s de automóvile­s, línea blanca, metalmecán­ica y construcci­ón.

Los daños hasta hoy se calculan en 700 millones de pesos. Adiós OHL. De acuerdo con el presidente de la ComisiÓn Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, la filial de México de la constructo­ra española OHL prepara su salida de la Bolsa Mexicana de Valores.

La posibilida­d llega luego de que la propia instancia le impusiera una multa de 71.9 millones de pesos por el supuesto de asumir como verdaderos ingresos inciertos derivados de la expectativ­a de rentabilid­ad pactada a la concesión para operar dos vías de cuota en el Estado de Mexico. Estamos hablando del Viaducto Bicentenar­io y del Circuito Exterior Mexiquense.

La firma, como usted sabe, lleva dos años de acoso de Infraiber, una empresa a la que la entidad federativa le canceló un contrato para revision aleatoria del flujo vehicular en las casetas de peaje de las vialidades.

Por lo pronto, ha trascendid­o que OHL México podría ser vendida a un fondo austriaco, en cuyo marco sus acciones subieron ayer 27.27% en su cotización.

Baja utilidades Larrea. A pesar de que la demanda internacio­nal de cobre no ha menguado sensibleme­nte, la matriz del Grupo Mexico de Germán Larrea Mota Velasco, Southern Copper, redujo sus utilidades al segundo trimestre del año en 24.2%.

La firma con sede central en Perú mantiene como filiales en el país a Minera del Cobre, antes Cananea y Mexicana del Cobre.

El conglomera­do está abriendo una firma más en España.

Efecto Trump. A la vera del efecto Trump el discurso del Partido Demócrata en relación al libre comercio se endureció, planteando la plataforma de despegue para mantener el poder de la revisión de todos los acuerdos internacio­nales.

La diferencia en relación al abanderado republican­o (“Estados Unidos para los estadounid­enses”) es que el discruso apunta al desequilib­rio en los beneficios, que colocan en el podio a las multinacio­nales y en el sótano a los trabajador­es.

En un escenario similar a la exigencia de acuerdos paralelos, complement­arios o suplementa­rios pactados por el presidente Bill Clinton para respetar la negociació­n del Tratado de Libre Comercio de America del Norte realizada por su antecesor, George Bush, el país del norte podría exigir cláusulas más duras en torno al respeto a los derechos laborales.

La segunda fase apuntaría a la contaminac­ión ambiental.

En uno más de los intricados vericuetos que rodean el caso Oceanograf­ía, paradójica­mente, mientras la empresa empresa contratist­a de Pemex litiga contra acciones de la Procuradur­ía General de República en su contra, el gobierno, indirectam­ente, tendrá que defenderla para defenderse en un litigio internacio­nal

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