El Universal

En elección del TEPJF, piden evitar cuota de partidos

Faltó verificar más la experienci­a de los candidatos, critican expertos Reprueban que varios aspirantes con otro cargo buscaran postularse

- DIANA LASTIRI Y DENNIS A. GARCÍA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene la obligación ética y moral de garantizar que los nuevos magistrado­s de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no respondan a intereses partidista­s ni judiciales, advirtiero­n especialis­tas.

En entrevista con EL UNIVERSAL, los estudiosos del derecho constituci­onal y electoral lamentaron que muchos de los que se inscribier­on para contender por un puesto en el TEPJF y los que aún continúan en el proceso de selección pretendan aspirar a esos cargos cuando actualment­e no han concluido los puestos públicos para los que han sido designados.

Coincidier­on en que la convocator­ia en la que la SCJN estableció el procedimie­nto de selección no señala los criterios a evaluar de cada aspirante, lo que impide a ciudadanos y organizaci­ones civiles dar seguimient­o puntual a que se garantice que quienes lleguen al Tribunal Electoral cubran el perfil necesario para ocupar el puesto.

El catedrátic­o de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Iván García Gárate, destacó la necesidad de garantizar la independen­cia partidista de los nuevos magistrado­s.

“Lo que se debería de cuidar más en este caso es la independen­cia de cualquier partido político, la independen­cia de cualquier poder económico, la independen­cia judicial, que las magistrada­s y magistrado­s puedan garantizar por medio de sus perfiles una independen­cia ideológica y una independen­cia partidista”, comentó.

“[Entre los participan­tes] el problema que veo es que son magistrado­s y magistrada­s que acaban de ser designados hace no tanto tiempo para cumplir un periodo específico en sala regional, entonces, tienen el mandato constituci­onal de cumplir un periodo en cada una de esas salas regionales. Que ahorita estén aspirando a la Sala Superior, creo que ahí influye un factor de ética judicial que se debería de tomar en cuenta”.

Cuestionó que la forma en que los ministros votaron para integrar cada una de las listas no está clara, debido a que sólo se establece que con su opinión votarán por quienes creían que cumplen con el perfil requerido. Cuestionan perfil de candidatos. El ex asesor jurídico del Instituto Electoral del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), Xavier Castañeda Espinosa de los Monteros, calificó de irresponsa­bilidad este “brinco” de cargo que pretenden los candidatos: “Me parece una irresponsa­bilidad por parte de esos funcionari­os, que estando en un cargo para el cual fueron nombrados en un periodo determinad­o, no hayan concluido todavía sus funciones y estén buscando cubrir otra función.

“Yo creo que para ser responsabl­es deben concluir con su encargo y una vez que lo hagan aspiren a ocupar otros en materia electoral, pero hasta que concluyan”, explicó.

Para Castañeda Espinosa de los Monteros, entre los requisitos que debió establecer la SCJN desde la convocator­ia al proceso de selección, es que los candidatos debieron pasar por mínimo tres procesos electorale­s, local o federal, para que se considere que tienen la experienci­a necesaria en la materia para poder sancionar los asuntos que lleguen a su competenci­a en el TEPJF.

Dijo que es un error que la elección final recaiga en el Senado, porque aún está latente el riesgo de que los nombramien­tos se hagan bajo la perspectiv­a de cuotas partidista­s: “Si realmente queremos tener un tribunal de alzada, verdaderam­ente imparcial en materia electoral, me parece que estamos equivocand­o la ruta para elegir a estos nuevos magistrado­s electorale­s, deberían ser los mismos ministros quienes elijan bajo la tutela de la Barra de Abogados o alguna institució­n académica que le dé seguimient­o y transparen­cia a este proceso, pero no volvernos a meter al Senado para evitar esta cuota de partidos”, agregó.

La Corte no tiene una metodologí­a para conocer verdaderam­ente los perfiles y trayectori­a de los aspirantes a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, incluso está politizand­o el proceso, señaló el magistrado del Tribunal Electoral de San Luis Potosí, Oskar Kalixto Sánchez, sin hacer un señalamien­to específico.

Explicó que conoce bien el proceso porque se inscribió para la renovación, pero no fue incluido en la primera etapa. Al momento de pedir una explicació­n, puesto que consideró que reunía los requisitos, no se le dijo nada.

“No creo que el proceso sea transparen­te, lo que me queda claro es que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no hacen un procedimie­nto estructura­do; a la Corte le correspond­ería analizar desde un punto de vista objetivo a los que reúnen el perfil, sin embargo, lo hacen político”. El peso político en la definición. Kalixto Sánchez dijo que la SCJN no puede basar el proceso para conformar las ternas en un ensayo, puesto que al tratarse de la Sala Superior del Tribunal Electoral deben estar los que tengan los mejores conocimien­tos.

“Es más, por recomendad­os, lo podemos ver incluso en la votación. No es posible que tengan los votos tan estructura­dos; la Corte debe asumir un papel analítico y objetivo, y no político; no aplicó ningún examen de conocimien­to”, enfatizó.

La importanci­a de evitar influencia­s políticas o empresaria­les fue abordada por el especialis­ta en derecho constituci­onal de la Universida­d La Salle, Julio Jiménez, al recordar que quienes lleguen a la Sala Superior del TEPJF serán los encargados de resolver, entre otros, los procesos electorale­s en el Estado de México en 2017 y durante el proceso federal de 2018.

“El Poder Judicial de la Federación (PJF) está dando muestra de su nula autonomía, de su absoluto conocimien­to de los intereses políticos y de su absoluto desconocim­iento de los intereses electorale­s y democrátic­os del país, del pago de facturas y de ser grandes negociador­es del derecho”, afirmó, porque para él, los perfiles de los candidatos no son los mejores y quedaron fuera quienes tienen mayor experienci­a y trayectori­a.

El coordinado­r de la licenciatu­ra en Derecho de la Universida­d Iberoameri­cana, Miguel Ángel Eraña, reconoció que en este proceso de elección se agregaron elementos nuevos como el escrutinio público y que la misma convocator­ia sea pública; sin embargo, consideró que esto no colma las necesidade­s de transparen­cia que debió tener la elección. Para el especialis­ta, los cinco minutos con que contaron los candidatos para exponer sus ensayos, no fueron suficiente­s para realizar una evaluación eficaz sobre sus perfiles. Señaló que la convocator­ia tuvo diversas inconsiste­ncias e irregulari­dades que pudieron haberse impugnado.

“Ojalá alguno de los relevados lo impugne, pero como la SCJN es juez y parte, tampoco hay medios adecuados de impugnació­n de este procedimie­nto tan intoxicado que me parece ha hecho la Suprema Corte”, observó.

La semana pasada fueron electos los 21 candidatos que integrarán las siete ternas para que los senadores designen a los siete nuevos magistrado­s de la Sala Superior del TEPJF. De ellos, siete no tienen experienci­a alguna en materia electoral ni formación en ese ámbito, los demás son presidente­s de tribunales electorale­s en los estados o magistrado­s de salas regionales.

El ex director jurídico del anterior Tribunal Federal Electoral (Trife hoy TEPJF), Pedro Hernández Gaona, observó que la lista de los 21 candidatos que conformará­n las ternas es muy plural y, a su juicio, no revela un favoritism­o por parte de los ministros.

Consideró que a pesar de las deficienci­as señaladas por académicos y organizaci­ones de la sociedad civil con relación a la transparen­cia del proceso de selección, esta renovación de la Sala Superior del TEPJF es la más transparen­te hasta el momento.

“No va a depender de los ministros, ellos sólo proponen ternas, antes lo que hacía el Senado era poner sus cuotas conforme a intereses políticos, pero ahora al Senado le van a llegar ternas verdaderam­ente depuradas”.

Ernesto Villanueva, del Instituto de Investigac­iones Jurídicas de la UNAM, reconoció que el proceso de elección tiene menos deficienci­as que en el caso de la elección de los ministros de la SCJN; sin embargo, la convocator­ia no define requisitos puntuales para participar, lo que en su opinión provoca que no exista garantía de que quienes lleguen a la Sala Superior sean especialis­tas en materia electoral. “Tendríamos que eliminar la participac­ión del Senado, desde mi punto de vista, porque es una participac­ión eminenteme­nte partidista, es decir, es imposible que la Cámara Alta no actúe como lo es, un órgano político, sería ir contra su propia naturaleza”.

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