ANÁLISIS
El gobierno apostó todo a las reformas estructurales, a la inercia que durante la década previa había asociado los malos resultados económicos con la falta de cambios en materia energética, fiscal, laboral y financiera.
El dogmatismo económico que prevaleció hasta el 2012 se negó a reconocer que la ausencia de una política industrial y la ineficacia del gasto de gobierno habían vulnerado los fundamentales productivos de México, por lo que cualquier cambio instrumentado chocaría contra la barrera de una economía maquiladora, de microempresas informales y en donde el gasto de gobierno no genera valor agregado. José Luis de la Cruz Gallegos
A casi cuatro años de gobierno la evaluación que han hecho las agencias calificadoras sobre la evolución de las finanzas públicas y el sistema bancario sirve como punto de arranque para afirmar que los cambios fiscales y financieros no han transformado a México por que no tocan la estructura real de la economía.
En primera instancia se tiene al gasto y deuda pública. Standard and Poor’s y Moody’s se han encargado de hacer público algo documentado desde hace 15 años: la debilidad de las finanzas del gobierno es estructural, aún con los ingresos adicionales que la recaudación tributaria le ha proporcionado.
Se debe ser claro, durante los últimos tres lustros se ha contado con ingresos excedentes a lo presupuestado, el problema no fue la falta de dinero. En realidad la administración pública no da los resultados que se requieren. Antes de darle más dinero se debió aplicar una reforma administrativa profunda, que le dotara de mayor eficacia y transparencia. La actual coyuntura permite corroborarlo: el aumento de la captación por impuesto
Vsobre la renta, IVA y gravámenes especiales ha compensado la reducción de la parte petrolera: los ingresos totales del sector público aumentaron a una tasa promedio de 6.7% en los primeros tres años de la administración. Cuando se observa la parte tributaria las cifras son más favorables, una variación positiva promedio de 21.7%. Durante el primer semestre del 2016 se elevó 13.7%.
En resumen, hay más dinero, el problema es que se gasta mal. De acuerdo al INEGI el valor agregado del sector público durante el 2013 y el 2014 tuvo una caída promedio de (-) 0.5%. Estas cifras hacen evidente que transferir un peso del sector privado al público es improductivo.
A lo anterior se debe agregar el problema del endeudamiento: hasta junio 8.7 billones de pesos, una cifra 3.4 billones superior a lo contabilizado en el 2012 (63% más). La estrategia del gobierno fue aumentar el gasto público en función de mayor recaudación fiscal y deuda. Lo que no se vio fue que las erogaciones son improductivas, trascienden de forma limitada al sector privado.
Hoy las calificadoras señalan que la deuda es un problema para las finanzas públicas y que eso afecta al sector bancario, básicamente porque este último se puede ver afectado por el débito, y posible insolvencia, que Pemex y CFE tienen con la banca. Las reformas financiera y aya drama que se ha desatado por el retraso de la licitación de la banda de 2.5 GHz. que recientemente anunció el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Que si lo hicieron para obligar a los operadores actuales a comprarle capacidad a la red compartida mayorista, que si los usuarios tendremos problemas de capacidad en el servicio porque les faltará espectro a las empresas móviles, que si el Instituto está creando una escasez artificial de espectro, etc, etc. ¿Qué tanto es cierto esto? ¿Cómo se decide qué bandas y cómo se licitarán? Las instancias internacionales tienen un muy importante papel a nivel de planeación global de espectro y economías de escala de equipos y tecnologías pero, por lo que se refiere a lo que pasa en México, esto lo define el IFT. Así, en diciembre de 2014, el Pleno aprobó los elementos a incluirse en el programa nacional de espectro radioeléctrico y en el programa de trabajo para garantizar el uso óptimo de las bandas 700 mhz y 2.5 ghz. Adicionalmente, el IFT emite un programa anual de uso y aprovechamiento de bandas de frecuencias, en el que define lo que se planea hacer con el espectro durante el año respectivo. Los planes de la 2.5 GHz. La banda de 2.5 GHz. comprende 190 Mhz, que es mucho espectro. De estos 190, 60 MHz fueron prorrogados a la empresa MVS y quedan 130. El programa anual 2016, dispuso que este espectro se licitaría entre el 4to trimestre de 2015 y el 3er trimestre de 2016 y también establece que:
“La banda de 2.5 GHz es el complemento ideal para la banda de 700 – 800 MHz, conocidas como "el dividendo digital”. Esta banda, utilizada en conjunto con otras bandas por debajo de 1 GHz, puede ayudar a proporcionar mayor capacidad de los servicios de banda ancha móvil.”
Como se observa, ya existía –y existe- la percepción del IFT (y se ha hecho en otros países como Alemania), de que ambas bandas puedan ir de la mano y con ello lograr economías de escala; esto no implica asegurar que el mismo ganador de la red de 700 MHz o red compartida obtenga también la de 2.5 GHz, pero sí al menos que tenga la posibilidad de participar en la licitación. El problema son los retrasos en el proceso de la compartida.
Resulta que las empresas participantes en el proceso de licitación de la 700 MHz, pidieron a la Subsecretaría de Comunicaciones que se reconsidere la fecha para que haya la mayor concurrencia, de tal suerte que se incluya al ganador de la compartida en la licitación de la 2.5. A su vez, la Subsecretaría compartió
En resumen, hay más dinero [en la administración pública], el problema es que se gasta mal
fiscal no garantizan la estabilidad del sistema. Lo último se puede extender a la parte energética, los flujos de inversión esperados no se han consolidado y los cambios administrativos de Pemex no garantizan su viabilidad financiera. Los efectos palpables se pueden observar en el incremento de los precios en las gasolinas, gas natural y electricidad. Las necesidades financieras restringen los beneficios esperados por la aprobación de la reforma energética.
El crecimiento de 2% promediado en el sexenio sigue cobrando una factura socioeconómica: la ocupación y empleo aumentaron, pero lo hicieron en el rango de los salarios más precarios, persiste la desaparición de las remuneraciones mayores a tres salarios mínimos. ¿Y el aumento de la productividad y los salarios asociados a la reforma laboral?
En el cuarto informe se debe reconocer la necesidad de cambios más profundos, que reactiven a la economía, dos años constituyen mucho tiempo para continuar bajo la misma inercia. con el IFT dicha sugerencia y el Instituto reconsideró. ¿Estuvo mal que lo haya hecho? En mi opinión no. Se busca que el proyecto más importante del sector en décadas, y que se encuentra ordenado en la Constitución, tenga éxito y hacia allá se están encausando las decisiones. Otra cosa es que aceptemos que el proceso de la compartida ha sufrido importantes retrasos por negligencia de exfuncionarios que lo tomaron en sus manos desde el inicio.
Así, el proceso licitatorio de la 2.5. GHz se recorrió menos de un año, arrancará en julio de 2017 y concluirá el segundo trimestre de 2018, con lo que no me parece que vendrá una hecatombe espectral en nuestro país. Al día de hoy, México ha asignado 314 MHz y se encuentra inmediatamente abajo del promedio de asignación en América Latina (319 MHz). Brasil es el número uno con 542 Mhz y Chile el segundo con 465. Si todo marcha como debería, en un año y medio tendríamos 594 MHz asignados (ver estudio en el sitio del IFT http://www.ift.org.mx/sites/default/files/imt_en_mexico_.pdf.)
Ahora bien, a aquellos que dicen que los operadores entrarán en una especie de paralización operacional si no se licita de inmediato esta banda, habrá que preguntarles si esto ya considera la máxima inversión que deben hacer en infraestructura para optimizar el uso de espectro que ya tienen, se me hace que no.
El IFT es prudente al licitar la 2.5. GHz inmediatamente después de la compartida. Durante estos meses, contratará un experto para que elabore un estudio integral sobre dicha banda: cómo se ha licitado en otras partes del mundo; la conveniencia de licitar los 130 MHz o solo una parte; hacerlo en bloques nacionales o regionales; aunque la segmentación está definida aún es necesario determinar los límites que se impondrán a los operadores que ya detenten espectro; el impacto cruzado entre la banda de 700 MHz y la de 2.5. Ghz (incluyendo qué pasa si la compartida queda desierta, se asigna y, en su caso, si participa o no el ganador en la licitación de la 2.5 Ghz), entre otras cuestiones.
En enero de 2017 ya se tendrá ganador –o no- de la compartida y también el estudio, posteriormente se trabajará en el proyecto de bases de licitación para someterlo a consulta pública y después se publicarán la convocatoria y las bases.
Como ve usted, aún quedan en el aire varias cuestiones por definir en la licitación de la 2.5 GHz, tampoco sabemos aún si le impondrán o no obligaciones de cobertura a los ganadores, ni qué hará MVS que tiene hasta diciembre de 2017 como máximo para iniciar operaciones con los 60 Megahertz que logró conservar. EN LA SOBREMESA Resulta increíble que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aún no haya expedido el Programa de Espectro que le ordenó la Constitución desde el 2013 y sobre el cual el IFT ya emitió los elementos que le comenté al inicio de este artículo. Conforme va pasando el tiempo tal parece que en lugar de programa se limitará a expedir una fe de hechos. Tampoco hay avances sobre la política de radiodifusión y telecomunicaciones del gobierno federal. ¿Qué pasa?
El proceso licitatorio de la 2.5. GHz se recorrió menos de un año, arrancará en julio de 2017 y concluirá el segundo trimestre de 2018, con lo que no me parece que vendrá una hecatombe espectral en nuestro país