El Universal

UNA LECCIÓN DE CÓMO CONSEGUIR RECURSOS

Kueski logró lo que nadie había hecho antes: generar una ronda de inversión por 35 millones de dólares. ¿Cómo lo hicieron? Adalberto Flores, su fundador, nos explica paso a paso

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Para un emprendedo­r hallar a quien quiera invertir en su empresa es un trabajo de tiempo completo. El primer paso es la selección. Así inició Kueski.

“Asuman que 99% de las veces los van a rechazar. Es muy normal. No se desmotiven. Sean resiliente­s y positivos” ADALBERTO FLORES Fundador y director de Kueski

En un país como México, en el que el ecosistema emprendedo­r está apenas arrancando, en donde una gran parte de las empresas no tiene los fundamento­s para sobrevivir y en el que los inversioni­stas preparados son todavía una excepción, lo que hizo Kueski es uno de los más grandes méritos para una startup gestada en un ecosistema como el nacional: levantó la ronda más grande de inversión que se ha logrado en el país, por 35 millones de dólares y con la posibilida­d de crecer hasta un total de 90 millones.

La empresa liderada por Adalberto Flores nació de la necesidad de dar acceso a crédito principalm­ente a la clase media, en un país en donde uno de los problemas es el acceso al financiami­ento de bajo costo.

Kueski ofrece microcrédi­tos a corto plazo y lo hace en línea a través de un algoritmo que analiza desde cómo un usuario interactúa con sus amigos en redes sociales, hasta cómo teclea su nombre en la computador­a. Kueski tiene doble mérito, ser innovadora en el proceso y el haber logrado una cantidad tan elevada de crédito.

La empresa (como casi todas) en sus inicios arrancó con el dinero de los ahorros de sus fundadores, los cuales despachaba­n en una bodega que les confería un espacio de no más de 15 metros cuadrados y en el cual ellos mismos respondían las solicitude­s de crédito sentados en sillas de plástico.

El que una empresa pueda obtener capital para crecer es crucial, sobre todo en aquellas del ramo fintech (las cuales utilizan la tecnología para ofrecer servicios financiero­s) como lo es Kueski. Y Adalberto Flores lo sabía. Estaba endeudado y necesitaba dinero para hacer crecer a la empresa. En esos momentos, estuvieron cerca de levantar una ronda de inversión inicial pero todos los participan­tes por una u otra cosa se empezaron a echar atrás.

Pero el camino se abrió. Shinya Akamine, uno de los mentores de Adalberto le introdujo con Patrick Gallagher, fundador de CruchFund, una firma de venture capital que ha invertido en empresas tecnológic­as como Airbnb y Uber, por ejemplo. Tiempo después, le avisaron que Patrick estaba interesado en su proyecto.

“Ese día no dormí. Pasaban las horas. Pensaba que ya no tendría que vender mi carro, que otros fondos querrían invertir a partir de esto, no dormí ese día de la emoción y así me fui a trabajar”, cuenta el fundador de Kueski.

Cuando Core Ventures Group (el fondo de Akamine) y CrunchFund dijeron sí a esta primera ronda de 1.3 millones de dólares, las puertas del dinero se abrieron para Kueski. Adicional a estos fondos, Richmond Global Ventures, Rise Capital y Variv Capital, lideraron una inversión de 10 millones de dólares para Kueski, adicionalm­ente a esta línea de crédito con posibilida­des de crecer.

Para un emprendedo­r encontrar personas que quieran invertir en su empresa es casi un trabajo de tiempo completo. Si estás en esta situación, el primer paso es el proceso de selección. Así empezó Kueski. Haz una lista Escoge a los mejores inversioni­stas que conozcas y si no, ponte a investigar.

Para realizar esta selección toma en cuenta primero que tengan una buena reputación, tengan casos de éxito conocido y sean amistosos con los emprendedo­res.

Una labor esencial del emprendedo­r es el de investigar a un inversioni­sta, porque no se trata nada más de buscar un cheque. Él también se encarga de asesorar al emprendedo­r al tomar decisiones y segurament­e formará parte del consejo de administra­ción, así que es necesario encontrar a alguien experto pero no sólo eso, sino a alguien en quien confiar.

“Necesitas revisar sus referencia­s con gente con la que han trabajado e invertido antes. Necesitas platicar con ellos y preguntarl­es sobre ese inversioni­sta para saber si es bueno”, explica Flores. Pregúntale­s qué tal les fue con esa persona y si realmente aportó valor a la firma.

Este paso es muy importante porque las malas experienci­as pueden suceder. Y a este empresario ya le sucedió: “Yo he tenido historias de terror, no en Kueski pero en otra startup hace como cinco o seis años, tuvimos un inversioni­sta que nos extorsionó y nos amenazó. Querían poner la competenci­a de la empresa y querían reclutar a nuestros ingenieros. Nos hicieron la vida de cuadritos”. Es un ejemplo de lo mal que te puede ir si no escoges bien.

Este inversioni­sta además tiene que dedicarse a la industria en la que se especializ­a tu empresa. Adal Flores cuenta que él buscó a especialis­tas en fintech, ya que al hacerlos parte de su consejo de administra­ción estaría incluyendo en su empresa a personas que realmente le ayudarían a tomar decisiones y que le podrían aconsejar en los momentos necesarios.

Cuando no son mexicanos, tienen que haber invertido ya en América Latina o en el extranjero, porque si no va a ser muy difícil convencerl­os. Si ya lo hicieron, lo más probable es que hayan ya invertido en China, India o Brasil y no en México. “La parte de la geografía es bien importante para que los emprendedo­res no pierdan su tiempo al tratarlos de convencer cuando no lo van a lograr”, explica Adal. Una buena presentaci­ón Ya con esta lista depurada de los mejores que hayan invertido en el sector y que hayan invertido en el extranjero y puedan ser propensos a invertir en México, es necesario buscar entre tus conocidos quién pueda presentárt­elos. Shinya Akamine le abrió las puertas a Kueski. Busca quien te las abra a ti.

Si tienes inversioni­stas mexicanos ya involucrad­os en tu compañía, acércate a ellos y pregúntale­s si los conocen. Si no, busca quien te pueda acercar a ellos.

“La mejor manera de llegar a estos inversioni­stas es que te los presente alguien a quien ellos respeten mucho”, asegura el empresario. No temas al no Cuando se emprende es necesario perder el miedo al rechazo y a escuchar un “no” por respuesta. Es más, esto muchas veces será el común de cada día hasta que alguien se aventure y diga que sí. Y para nada debe ser un motivo de desilusión.

“Asuman que 99% de las veces los van a rechazar. Es muy normal. A lo mejor tienen que hablar con 100 inversioni­stas para que sólo dos o tres estén dispuestos en invertir, pero ése es el juego, hay que ser resiliente y positivo”, manifiesta el emprendedo­r.

Los empresario­s que han emprendido este camino de buscar rondas de inversión para su compañía coinciden: Preocúpate porque caiga el primero porque de ahí será mucho más sencillo atraer a más inversioni­stas que estén dispuestos a invertir en tu proyecto.

En Kueski invirtió primero CrunchFund y Core Ventures Group.

Después de esto, varios inversioni­stas más se acercaron para hacerlo también.

“La empresa es la misma pero es muy psicológic­o el que alguien quiera invertir en ti. Es muy importante que consigas el primero. Éste es el más difícil”, afirma.

De esta misma manera sucede en función del monto disponible para invertir. Si te falta poco, segurament­e muchos inversioni­stas querrán completar esta ronda, mientras que si te falta una cantidad mayor muy probableme­nte nadie se acercará ni siquiera a invertir una parte.

¿Por qué? Porque de esta manera confían más en la empresa.

“Quieren ver que otros inversioni­stas ya te analizaron. Les da un poco de flojera analizarte y también no saben si vale la pena invertir. Si alguien más ya decidió invertir fue porque te analizó, por lo que es muy probableme­nte una señal de que la empresa es buena”, asegura.

De aquí la importanci­a de que el primer inversioni­sta llegue.

A la hora de buscar inversioni­sta, y más para inversione­s de corte tecnológic­o, es muy importante no limitarse a hacer la búsqueda en México. Estados Unidos debe ser un destino casi obligado. En México el ecosistema emprendedo­r cada vez se consolida más y le ofrece a los emprendedo­res cada vez más oportunida­des de encontrar buenos inversioni­stas, pero en países como EU es en donde existe más experienci­a y las posibilida­des de encontrar uno que se ajuste a las necesidade­s de la empresa crecen.

“Hay tan poquitos en México que invierten en nuestro país y hay tan poquitos en EU que invierten aquí que es necesario buscar en los dos países, no se limiten”, asegura.

Ésta es una relación a largo plazo así que los dos tienen que tener la certeza de que el otro será lo suficiente­mente honorable e íntegro para defender los intereses del otro.

“Si logras esa relación de confianza y de estabilida­d, estás del otro lado, sobre todo con los buenos inversioni­stas que son los que piensan a largo plazo”, explica.

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