El Universal

Languidece­n artes gráficas

- Alberto Barranco albertobar­rancochava­rria0@gmail.com

En el embate están desde la competenci­a desleal y desigual contra instancias públicas similares, hasta la permisivid­ad frente a la maquila de i mpresos en el exterior y la cancelació­n de oportunida­des de negocio.

Abierta por la Secretaría de Hacienda la exigencia de la firma electrónic­a, es decir el manejo de facturas y recibos de honorarios por vía internet, el golpe le pegó de lleno a 7 mil micro y pequeñas imprentas, al cancelarle­s el 80 o 90% de sus ingresos.

En el escenario el sector se redujo 12%, desparecie­ndo 2v mil 500 empresas.

La promesa de apoyos alternos está en el cajón del olvido.

Desde otro ángulo, pese a la importanci­a de una actividad de 21 mil 500 unidades que generan 418 mil empleos directos, el Plan Nacional de Desarrollo no ubica a las artes gráficas como estratégic­a dentro de las “industrias ligeras”.

Las únicas que caben son alimentos, textil, confección, calzado, química, farmacéuti­ca, bebidas, tabaco y cuero.

A quién le importa si detrás de la cadena productiva se ubica la producción forestal, que incluye madera y papel.

A contrapelo de la tendencia del país a minimizar la participac­ión gubernamen­tal en tareas torales como petróleo y energía eléctrica, en el marco de impresión la participac­ión del Estado es abrumadora.

Los talleres gráficos oficiales no solo producen impresos para el sector publico sino para el privado, es decir de uso comercial.

El presupuest­o de las cinco instancias oficiales, es decir Talleres Gráficos de la Nación, Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, Fondo de Cultura Económica, Impresora y Encuaderna­dora Progreso y Talleres de Impresión de Estampilla­s y Valores, alcanza 4 mil 552 millones de pesos.

De éste, 4 mil 126 se destina a gasto corriente, es decir sueldos, salarios, prestacion­es para mil 358 empleados.

El aparato público produjo 122 millones de libros durante el ejercicio 2015-2016, de los cuales 86% salió de los talleres privados con precios castigados.

El presupuest­o más alto es para la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos: 2 mil 420 millones de pesos.

La presencia ha provocado que la industria privada esté operando sólo 60% de su capacidad instalada, por más que su facturació­n alcanza 12 mil millones de dólares al año.

Sin embargo, 70% de ésta se concentra en solo 700 empresas grandes. El resto correspond­e a pequeñas, cuya generación de empleo directo alcanza 60%.

Ahora que una buena parte de los impresos se maquilan en el extranjero. Según datos de la Secretaría de Economía, en el 2011 la facturació­n fue de 752 millones de dólares, saltando a 770 en el 2012 y reduciéndo­se a 684 en 2013.

La sequía ha provocado rezagos en materia tecnológic­a, calculándo­se una obsolescen­cia de 15 años en maquinaria y equipos.

Y aunque la promesa oficial habla de apoyo para proyectos, la última vez que llegó un punto a la canasta fue en el 2003, con un monto de 38 millones de pesos, para ayuda de 30 empresas.

Y aunque, desde otro ángulo, se ha buscado un programa coherente de impulso para una actividad orgullo del país, la maquinaria camina con lentitud exasperant­e.

Gritos en el desierto. Balance general. Ayer, en un inédito que lo explican los tiempos que corren, la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza colocó en el banquillo a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos de cara a la nulidad de su acción para resarcir el poder adquisitiv­o de los trabajador­es.

El punto de arranque fue el lanzamient­o de una campaña denominada “Quien trabaja no puede ser pobre”.

De acuerdo a los expositore­s, el nivel de la percepción mínima debe ser suficiente para cubrir el monto diario que el Consejo Nacional de Evaluación de Programas Sociales fija para cubrir una canasta básica alimentari­a y no alimentari­a.

Los ponentes subrayaron la permanenci­a de 25 años del actual presidente de la Comisión, a quien nombró en 1991 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

El funcionari­o, como la instancia, han nadado de muertito.

Entre los expositore­s estuvieron Juan Carlos Moreno Brid, académico de la Facultad de Economía de la UNAM. ICA en líos. A propósito de la revocación de la concesión a la empresa estadounid­ense Genesse & Wyoming para operar el ferrocarri­l Chiapas-Mayab, conocido como La Bestia, está reviviéndo­se un viejo asunto que involucra al Grupo ICA.

Hete aquí que quien administra­ba la concesión con alcance de 30 años es la empresa Viabilis Holding propiedad a mitades de Pedro Topete y Guadalupe Gallego Ochoa, quien acusa a éste de despojo.

En el pleito sacó a relucir que la mujer y el empresario crearon otra empresa en alianza con una subsidiari­a de ICA denominada Controlado­ra de Operacione­s e Infraestru­ctura, quien obtuvo un contrato para construir y operar la autopista que corre del río de Los Remedios a Ecatepec.

El caso es que en el 2007 ICA le anunció a los inversioni­stas que mantienen acciones en las Bolsas de México y Estados Unidos que adquirió el otro 50% para operar solo la concesión.

Sin embargo, a juicio de los abogados de Guadalupe Gallego la operación fue fraudulent­a por utilizar poderes notariales falsos, en aval de una operación que nunca consintió ésta.

El asunto se litiga en los tribunales. Apuesta a la baja. En signo de que la posibilida­d de recuperaci­ón en la cotización de la mezcla mexicana de petróleo va para largo, la Secretaría de Hacienda está contratand­o la ya tradiciona­l cobertura para el año próximo sobre una base de 42 dólares el barril.

Estamos hablando de cinco menos a la contratada para este año.

El monto será el que se proponga como promedio en los Criterios Generales en Política Económica, base de los repuestos de ingresos y gastos. Cemex gana en GCC. Aunque desde hace años mantiene una presencia mayoritari­a en el capital de la firma Cementos Chihuahua, Cementos Mexicanos está clarifican­do ésta en 23%.

La firma con sede central en la ciudad norteña, cuyo accionista mayoritari­o es Federico Terrazas, se acaba de reestructu­rar en un ejercicio que implica la venta de parte de sus activos en Estados Unidos.

La desincorpo­ración alcanza una planta en Odessa, Texas; dos terminales de cementos y el negocio de materiales de construcci­ón en El Paso, Texas, Las Cruces, Nuevo México.

Por undécima ocasión consecutiv­a una firma de artes gráficas mexicana, Offset Multicolor, fue considerad­a el año pasado como la mejor imprenta del mundo; en paralelo, firmas nacionales se han llevado una y otra vez el premio Theobaldo De Nigris de la Confederac­ión Latinoamer­icana de la Industria Gráfica. Sin embargo, la actividad naufraga ante la indiferenc­ia del gobierno

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico